Pilar M. Maciá
Lunes, 6 de abril 2015, 00:44
El Orihuela salvó los muebles ayer en Los Arcos con un gol que dio la victoria a los amarillos ante el colista de la categoría, el Utiel, que pese a que no partía como favorito en ningún momento dio por perdido el partido. El encuentro fue bronco y estuvo marcado por las lesiones. Prácticamente todos los futbolistas que salieron del campo a excepción de Barea, expulsado por roja directa en el minuto 30, lo hicieron a causa de los daños ocasionados en el cuerpo a cuerpo que los médicos de cada equipo tendrán que valorar.
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El primer encuentro con horario de verano arrancó a las seis de la tarde y los amarillos no dudaron en acercarse a la portería de Pau en la primera jugada. Aunque parecía que esta iba a ser la tónica pronto cambió y el juego se convirtió en un toma y daca de defensa a defensa que no dejaba ver apenas ocasiones de gol. Las que hubo fueron en su mayoría para el conjunto orcelitano pero sin que los rematadores lograran culminar con la pelota entre los tres palos. En el minuto quince Pico remató un centro solo delante del portero que se fue fuera por poco, y pese a algún error de la defensa amarilla que no supieron aprovechar los valencianos, el Utiel apenas se acercó a la meta de Emilio.
La expulsión de Barea en el minuto treinta por pisotear a Antonio cuando éste estaba en el suelo y el balón se jugada a metros de ellos dejó con uno menos al equipo visitante que tuvo que recomponer sus filas y consiguió aguantar la escasa presión del Orihuela en los minutos finales de la primera mitad. La cosa cambió a la vuelta del descanso y los acercamientos del Orihuela a la portería contraria dieron su fruto cuando Álvaro Moreno ganó en el salto a la defensa para cabecear un centro sacado desde la banda derecha. Eso bastó a los escorpiones, que volvieron a irse arriba, pero a partir de ese momento se sucedieron las lesiones en ambos equipos. Por el Orihuela Ernesto, que entró de refresco, tuvo que dejar su puesto a Kike Espinosa y poco después Micro también se vio obligado a pedir el cambio. En el Utiel Edwin, quien había sustituido a un compañero lesionado, se marchó roto de dolor del terreno de juego.
Los cambios por las lesiones desdibujaron en parte los esquemas de juego diseñados por los técnicos y los acercamientos a las porterías se pudieron contar con los dedos de las manos en el último tercio de la segunda mitad. La ocasión más clara del Utiel, casi la única tras la reanudación, se fue a córner, mientras que poco después Joel estrelló contra la grada un balón que salió muy por encima de la portería de Emilio. Pico tuvo en sus botas un gol que se habría convertido en uno de los mejores de la jornada a la media vuelta, pero Pau la sacó con la puntera de su portería. En el 74 la afición oriolana llegó a cantar gol pero el balón, caprichoso, salió repelido por el larguero.
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