Sánchez Zaplana apela a los sentimientos sin deslizar ninguna propuesta concreta

El PP de Alicante hizo ayer una demostración de músculo al conseguir congregar en la proclamación de la candidata a la Alcaldía de la ciudad, Asunción Sánchez Zaplana, a cerca de 2.000 personas. Suni, el apelativo cariñoso con que la llama todo el mundo, quiso poner el énfasis ayer precisamente en eso, en los sentimientos, la cercanía y su profundo conocimiento de la ciudad de Alicante y su tejido social.

No deslizó en su discurso ni una sola propuesta concreta de las que integrarán su programa. Prefirió quedarse en las líneas generales que marcarán su campaña: economía, políticas sociales, promoción de la ciudad y honestidad y transparencia en el gobierno.

Pese a que en un principio hubo dudas de la capacidad de llenar la sala principal del Auditorio Provincial, donde caben 1.500 personas, lo cierto es que al final la afluencia desbordó el aforo y mucha gente tuvo que conformarse con seguir los discursos de pie o desde el 'hall', en un gran plasma colocado para la ocasión, o desde otras salas más pequeñas, también acondicionadas. Sánchez Zaplana superó incluso el buen resultado de su antecesora, Sonia Castedo, que reunió a 1.600 hace cuatro años en el Teatro Principal.

No consiguió que la acompañase, como sí hicieron con Castedo, ningún representante de la cúpula nacional del PP. Su máximo valedor fue el presidente del PPCV, Alberto Fabra, aunque el Consell casi en pleno estuvo también con ella, así como miembros de su equipo en la Conselleria de Bienestar Social, diputados, senadores, alcaldes de otras localidades, el equipo de gobierno municipal de Alicante y el exalcalde Luis Díaz Alperi, entre otros. No faltó tampoco su familia, ubicada en lugar preferente, en un estrado en escalera sobre el escenario junto a los cargos que intervinieron.

Demostró también el PP su capacidad de movilización de la militancia, la simpatía de varios representantes del mundo empresarial y la confianza ciega de algunos colectivos vecinales, que acudieron incluso con pancartas en mano. El mundo festero y las asociaciones de tipo social también estaban bien representadas.

Tras la llegada de las autoridades y los saludos de rigor, el acto comenzó con música heavy para levantar los ánimos del auditorio, seguida, claro, de la melodía corporativa del PP. El primero en hablar fue el actual alcalde, Miguel Valor, seguido del presidente provincial, José Císcar, y un vídeo sobre la candidata. Pero, sin duda, el bloque central del acto fue la intervención de Sánchez Zaplana, que fue introducida por la significativa canción 'Imagine', de John Lennon.

«Soy predecible»

La candidata se esforzó mucho por dar a su discurso cercanía y un componente humano importante, dos de las bazas con las que, sin duda, jugará en la campaña. Así, centró buena parte del mismo en hablar de sí misma, de su infancia y juventud en Alicante, de sus años como concejal y de su compromiso con la gente. Estableció contacto con las asociaciones presentes en el público, desde las que le llegaron de vuelta manifestaciones cariñosas de espontáneos, y repasó anécdotas.

Respecto a lo que piensa hacer en Alicante, aseguró que apostará por ejercer la «capitalidad» e impulsar el área metropolitana junto a las localidades vecinas para hacer valer los valores de «una gran provincia» liderándola «con inteligencia». Aseguró que quiere que los jóvenes «puedan desarrollar su talento en su ciudad» y que es posible que Alicante sea referente en nuevas tecnologías, turismo de salud o en deportes.

Es, dijo, una persona «predecible y no me importa serlo», ya que su «estilo es llegar a acuerdos y consensos» en una ciudad que quiere convertir en «capital del talento». No faltaron las alusiones al lema de su campaña 'Tu ilusión, mi compromiso'. Una tarea, la de ilusionar, que será clave si quiere recuperar el voto de los desencantados por los casos de corrupción y con la era Castedo.

El presidente Fabra puso el broche final al acto. Tras los himnos de Alicante y de la Comunitat, que sonaron los principales cargos del partido sobre el escenario, Sánchez Zaplana bajó del mismo y volvió a darse un baño de masas entre los asistentes.