La Primitiva de este sábado entrega dos premios de 102.557,03 euros, uno de ellos en un municipio de 1.000 habitantes
La imagen sale bajo palio, camino del altar, antes de iniciar la eucaristía en la plaza Luis Foglietti.

Una espontánea debajo del palio

La exconserje del Caserío rompe el protocolo y acompaña a Alberto Fabra y a la reliquia hasta la plaza

José Vicente Pérez Pardo

Viernes, 17 de abril 2015, 01:56

En mitad del gentío, entre miles de alicantinos, una de las protagonistas de la Santa Faz de ayer fue la exconserje del monasterio, Dolores Manresa, que andaba ayer como en su casa. No dudó la mujer, que durante 38 años ha estado cuidando el Caserío, en coger del brazo al presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, y salir con él bajo el palio que protege a la reliquia a la plaza Luis Foglietti para comenzar la eucaristía.

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El presidente, paciente y amable a la vez que sorprendido, aceptó la petición (¡qué remedio!) y de esta manera la buena mujer acompañó a la comitiva oficial hasta la primera fila, donde se dispusieron a escuchar el oficio religioso. No contenta con esto, en mitad de la liturgia, no dudó en sacarse fotos con el jefe del Consell y el alcalde, Miguel Valor. Incluso, agradeció al regidor que haya cerrado los centros comerciales de la ciudad para que más personas pudieran acercarse a adorar el paño de la Verónica.

Fabra ayer se ganó un cachito de cielo con esta admiradora hasta que los servicios de Protocolo municipales hicieron ver en recordar a la señora que durante el oficio convenía guardar el debido respeto y silencio. No solo por las autoridades, sino también por las miles de personas que siguen la liturgia de buena mañana tras peregrinar los ocho kilómetros que separan la concatedral de San Nicolás del monasterio.

Incidentes

Ni aún con el esfuerzo, a algunas personas se les acaba el aliento para seguir hablando con el móvil mientras se entonabas las oraciones. Una falta de tacto para otras personas que acuden al monasterio en rogativa para pedir, siempre, para otras sin importarles su propia condición. Los servicios sanitarios tuvieron que atender en la misma plaza algunos desmayos y bajadas de tensión, entre ellas la del director del coro a mitad de la liturgia. Los miembros de la coral tuvieron que continuar sin él, que estuvo atendido por los miembros de Protección Civil con una fuerte bajada de tensión y sudores fríos, según explicaron a este diario fuentes municipales.

Pocos de los presentes se dieron cuenta del incidente, puesto que la liturgia no resultó menos brillante que en otras ocasiones. Precedida por los estandartes de las cofradías de la Santa Faz de Sant Joan d'Alacant, Crevillent, Totana, Ontinyent, Torrent y Villajoyosa, además de por la talla de la Verónica, apareció la imagen de la Faz Divina. El obispo, Jesús Murgui, y el obispo emérito, Rafael Palmero, presidieron la celebración con otros sacerdotes. El encargado del sermón fue el prelado honorario de la concatedral de San Nicolás, José Carlos Sampedro, según la elección del deán, Ramón Egío.

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Hermoso inicio el de su sermón, además en valenciano: «Desde los doce puentes hasta el río Seco, todos son pies...», comenzó Sampedro, que rogó con especial énfasis este año por todas aquellas personas que sufren la pérdida de libertades y derechos. También el obispo tuvo un recuerdo para los cristianos castigados por el mundo. Y es que, en esta ocasión, la fundación de la Santa Sede 'Ayuda a la Iglesia Necesitada' acompaña por primera vez a la Santa Faz. Una comitiva de esta entidad se desplazó desde Madrid para formar parte de la Peregrina de este año. El objetivo es dar a conocer la realidad que están viviendo 200 millones de cristianos que sufren persecución. Para ello se están ofreciendo diversos testimonios, charlas y actividades durante estos días.

Concretamente, esta tarde, tras la eucaristía de las 18 horas, tendrá lugar la conferencia 'Cristianos perseguidos. Irak'. Y en todas las misas del monasterio hasta el domingo se darán testimonios de la Iglesia que sufre necesidad y persecución. Además, hasta este domingo se podrá ver la exposición fotográfica 'Cristianos Perseguidos en Irak' en la salida del monasterio.

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También tuvieron recuerdos para la labor de Cáritas y Manos Unidas, en pro de los más desfavorecidos. Hubo lugar, cómo no, para pedir trabajo y saludo para todos.

El prelado realizó un prolijo sermón en el que explicó el significado de la Peregrina no solo como un viaje físico, sino interior, en el que «hay que salir que cada uno, de sí mismo, ir al encuentro de Cristo para conocer su rostro». Citó a Teresa de Jesús, con motivo del quinto centenario de la santa abulense, para recordar la especial relación que tenía con el Señor, del que nunca se sentía abandonada.

Como tal, el prelado recordó a los creyentes que no están solos, siempre acompañados por la Faz Divina, a la que veneran desde hace 526. Año tras año se puede comprobar cómo, tras acabar la celebración, las colas a la puerta del camarín piden un momento para poder tocarla. «Es que mi marido tiene cáncer», suplica una mujer a un policía local. Misericordia, en definitiva, el mensaje de la Santa Faz.

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