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«Contra el yihadismo al final habrá que actuar con una coalición sobre el terreno»

«Contra el yihadismo al final habrá que actuar con una coalición sobre el terreno»

Jorge Fernández Díaz. Ministro del Interior

Ricardo Fernández

Miércoles, 29 de abril 2015, 11:10

-Se acaban de cumplir 30 años del atentado en el restaurante El Descanso, sobre el que ya existen pocas dudas de que fue el primer atentado de corte islamista en España. En este tiempo hemos pasado de no contemplar siquiera la hipótesis del terrorismo yihadista a considerarlo la principal amenaza para nuestro país. Hemos pagado una elevada factura en lágrimas y sangre.

-Es cierto. Son treinta años de aquel atentado, con 18 muertos y más de 80 heridos, y qué duda cabe de que en aquel entonces no había el nivel de amenaza actual por parte del terrorismo de corte yihadista. No es un terrorismo autóctono, como podía ser ETA o el GRAPO, sino internacional. Ejemplifica claramente lo que es la guerra y el intento de destrucción del mundo civilizado por la barbarie. Y le doy la razón en que pocos países como España han sufrido tan intensamente el zarpazo del terrorismo. Han sido 50 años de ETA, otros muchos años con el GRAPO..., muchos muertos, muchas familias destrozadas, truncadas... Pero quiero recordar que durante muchos años se habló en España, y específicamente en el País Vasco, de esa 'teoría del empate infinito', que preconizaba que era imposible la derrota policial de ETA. Pues bien, ya podemos decir que ETA ha sido derrotada, que es un cadáver al que solo le falta firmar el certificado de defunción; algo que tendrían que hacer anunciando su disolución. Y de la misma forma, no tengo dudas de que la comunidad internacional acabará derrotando a estos otros bárbaros.

-El desmantelamiento de células radicales en España constata el intenso trabajo de las fuerzas de seguridad y de los servicios de información e inteligencia en ese terreno. Pero, ¿hasta qué punto se puede evitar que un descerebrado con una pistola provoque una matanza? Muy complicado, ¿no?

-Sin duda. Ésa es una característica que diferencia este terrorismo de cualquier otro. El 'modus operandi', como usted señala muy bien, hace que sea mucho más difícil y compleja la lucha contra estos terroristas, que creen que matando van a ganar el paraíso, que no tienen miedo a morir y que creen que haciéndose matar van a hacer más méritos para ir al paraíso, y que además usan internet y las redes sociales para el adoctrinamiento, el reclutamiento y la formación.

-¿Cómo podemos evitar que algunos de nuestros jóvenes se vean atraídos por esa oferta diabólica que les hace el Estado Islámico?

-Se están haciendo ya muchas cosas, y quedan además muchas por hacer. En definitiva, usted ha planteado una de las grandes cuestiones y debates en torno a este terrorismo: el porqué. Si no diagnosticamos bien la enfermedad no podremos aplicar la terapia correcta. Y uno de los grandes debates hoy planteados es cómo atajar la cadena de transmisión de la radicalización. Uno de los elementos fundamentales es la elaboración de una contra-narrativa frente al relato de los terroristas, y es fundamental la educación... Debemos conseguir que los jóvenes reciban una formación adecuada de lo que es el auténtico y genuino Islam, pues eso les permitirá diferenciarlo de lo que son estas patologías islamistas. En este sentido, la labor de los imames es extraordinariamente importante. También hay que desarrollar planes de prevención en las prisiones para evitar que sean focos de radicalización y, por supuesto, combatir la exclusión social. Todo eso incide para evitar que jóvenes caigan en algo tan inexplicable como inmolarse, matando a muchas personas y pensando que están cometiendo una acción querida por Dios y que les va a permitir ganar el paraíso.

-¿Tiene la sensación, respecto del fenómeno yihadista, de que aún no hemos llegado a la peor situación?

-Antes me recordaba usted el atentado en el restaurante El Descanso, sobre el que ahora se piensa, siempre en el terreno de las hipótesis, que pudo cometerlo Setmarian (Mustafá Setmarian, ciudadano sirio nacionalizado español), que llegó a ser uno de los lugartenientes de Osama Bin Laden y que parece que fue el ideólogo de la figura del 'lobo solitario'. Luego llegó el 11S, que marcó un hito importantísimo; en España el 11M... Unos hechos que han afectado a la comunidad internacional y a España de forma muy evidente, el primero de ellos 30 años atrás. ¿Cuándo y cómo acabará esto? Hay quien mantiene, con una cierta autoridad, que ya estamos inmersos en una tercera guerra mundial a plazos, o por ámbitos, o por sectores... En todo caso, estamos en una guerra no convencional, pero en la medida en que hay una amenaza que comparte la comunidad internacional civilizada, contra unos bárbaros que ya están implantados en un territorio y que pretenden implantar un califato mundial, pues qué duda cabe de que es una amenaza global. En otra época se habría resuelto con una confrontación internacional, que posiblemente habríamos llamado Guerra Mundial, pero que hoy se desarrolla de otra manera. No se le pueden establecer los patrones ni arquetipos tradicionales, pero no por ello es menos compleja, ni sangrienta, ni dolorosa.

¿Cómo evolucionará? Bueno, nuestra misión es atajar la amenaza lo antes posible y, en la medida en que compartimos ese riesgo, compartir también las herramientas para afrontarla y salir victoriosos. La unión hace la fuerza, y nunca mejor aplicado ese refrán que ante esta amenaza. Vamos a salir vencedores, no tenga la menor duda, aunque la cuestión es cuándo.

-Dentro de esas posibles medidas, ¿contempla una gran coalición internacional que actúe militarmente sobre el terreno?

-Una gran coalición global contra el terrorismo es una realidad, pues todos estamos amenazados, y al final habrá que actuar sobre el terreno. Pero hay que dejar claro que habrá de hacerse, en su caso, con todas las coberturas internacionales que le den la legitimidad y la 'autoritas' necesarias, sin hacer distinciones de estados: países europeos, árabes, asiáticos..., que tengan en común su voluntad de impedir que unos bárbaros impongan su ley sobre el resto.

-Cambiemos de asunto. El sureste español ha sido tradicionalmente lugar de asentamiento de bandas criminales internacionales. ¿Hasta qué punto es grave el problema?

-El crimen organizado es una realidad en nuestros días: narcotráfico, tráfico de armas y de personas con explotación sexual o laboral, terrorismo... Cuenta con muchos medios y recursos, no entiende de fronteras y no tienen límites morales. Frente a eso nos tenemos que organizar los estados y las fuerzas de seguridad y en ello estamos, impulsando una mayor cooperación policial, judicial, en materia de inteligencia... Es uno de los vectores de actuación del Gobierno español y estamos consiguiendo éxitos importantes. Tenemos detectadas más de 500 organizaciones criminales y hemos detenido en el último año a miles de personas vinculadas a estos grupos.

-La imagen de la Policía ha recibido dos golpes muy duros en los últimos tiempos con la detención de seis agentes en Cartagena, sospechosos del asesinato de un ciudadano, y el arresto del jefe de Estupefacientes. ¿Qué mensaje se puede transmitir a la sociedad para que la confianza en las fuerzas de seguridad no se vea mermada?

-El Cuerpo Nacional de Policía está integrado por 70.000 agentes; la Guardia Civil, por 80.000. En toda institución humana hay manzanas podridas, pero frente a eso está la inmensa calidad de unas fuerzas de seguridad, en este caso la Policía, que hacen una labor extraordinaria. Se puede confiar con fundamento absoluto en la honestidad y profesionalidad de la Policía. Lo importante es que esos casos se depuran y que es la propia Policía la que lo hace y la que pone a los sospechosos a disposición de los jueces.

-Tenemos cientos de causas de corrupción abiertas en los juzgados de toda España.¿Es usted partidario de que las candidaturas estén libres de personas encausadas?

-Es evidente que la corrupción es una patología y una realidad que en estos momentos aparece de manera muy potente en nuestro país. Pero si aparece es porque las instituciones la están combatiendo. Está funcionando la Guardia Civil, la Policía, la Agencia Tributaria, la Intervención del Estado... Si ya es grave que haya corrupción, más grave sería que no se conociera porque no se combatiera. El Estado no está corrupto; hay personas que se han corrompido. Ojalá no existiera, pero dado que existe, se combate. Con las medidas que se están adoptando se va a hacer muy difícil corromperse. Y, si alguien lo hace, va a tener que pagar por ello.

-Perdone, pero le preguntaba por los imputados que van en las listas.

-Soy de la opinión de que evitar que un imputado vaya en las listas significa que un juez decida quién va y quién no va. Con todo el respeto, que lo tengo, hacia el poder judicial. El imputado al final puede acabar siendo declarado inocente, pero para entonces el daño ya sería irreparable.

-El exministro de Economía Rodrigo Rato, acaba de ser detenido. ¿Qué opinión le sugiere este hecho?

-Como se está viendo en los últimos días, la ley es igual para todos. No es que ahora haya más corrupción, insisto, es que ahora es cuando más se está combatiendo esa corrupción

-Usted es un hombre de fuertes convicciones religiosas. ¿Le gusta esta ley del aborto?

-Yo he hecho lo que tenía que hacer en conciencia. Lo que está claro es que soy un firme defensor de la vida. El aborto no es un derecho; es una desgracia absoluta, una tragedia absoluta. Todo lo que sea avanzar en defender el derecho a la vida irá en la dirección adecuada.

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