Bernat Sirvent
Miércoles, 13 de mayo 2015, 01:58
La primera ola de calor del año, a la que se suma temperaturas inusuales de dos o tres grados por encima de lo normal para estas fechas desde inicios de mes, ha generado preocupación, cuando no alarma y pánico, en el agro provincial. La Unió de Llauradors alerta de que estas temperaturas, especialmente en las comarcas del interior y litoral de Alicante, con mucha menos precipitación durante el otoño y el invierno, pasará una elevada factura de seguir en los próximos días. Afectará a la floración de olivos y al cuajado final de otros muchos cultivos leñosos, como cítricos y como el machacado almendro. Las organizaciones Asaja y La Unió ya estimaron en cien mil los ejemplares de almendros secos durante el pasado año.
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«Estos calores no son normales a estas alturas del año, pese al anunciado cambio climático, y lo peor de todo son los cuatro años consecutivos de una severa sequía», advierte el secretario general de La Unió de Llauradors, Ramón Mampel, quien no oculta su preocupación, especialmente por los cultivos de las comarcas más meridionales de la Comunitat Valenciana, esto es, toda la provincia de Alicante, con mucha menos pluviometría y con menos reservas de humedad en la tierra, especialmente en las zonas de cultivos de secano, que son la inmensa mayoría.
Cree que el almendro ya hizo limpieza en la floración y el cuajado, pese a lo cual hay una muy buena cosecha, que ahora podría verse mermada en cantidad y calidad de grano final si aprieta mucho más el calor. «El verano se va a hacer muy largo para el fruto seco, no se podrá mantener la buena producción que han dado este año las plantas y menos aún sin lluvias y sin riegos», añade Mampel.
En el caso del olivo, en estos momentos se hallan, dependiendo la zona, en plena floración o incluso con la aceituna ya plenamente cuajada. Estos temporales de poniente con bolsas de aire sahariano muy seco, con temperaturas en las horas centrales del día de hasta cuarenta grados, como ya ha advertido para hoy y mañana la Agencia Estatal de Meteorología, no benefician en nada al cultivo oleícola. Ni en cantidad ni en calidad del fruto.
«Lo más probable es que las zonas con menos humedad, como Alicante, vean mermarse por caída de fruto o flor la producción de olivas», subraya Ramón Mampel, quien hace extensible el efecto de la ola de calor a cereales, cítricos, hortalizas, viña para vinificación y uva de mesa.
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