Desalojan un centenar de chalés en Pego por un devastador incendio

Una imprudencia por la quema de unos rastrojos en Vall d'Ebo, las elevadas temperaturas y las fuertes rachas de viento convirtieron ayer el municipio de Pego en lo más parecido a un infierno. Otros cuatro fuegos se registraron en Xàbia, Elche, Catral, l'Alcora y Quart de Poblet a causa de las temperaturas extremas que se situaron por encima de los 40 grados.

Gente con máscaras en la calle, más de un centenar de casas desalojadas y la impotencia en los rostros de los vecinos era la radiografía de la tarde de ayer en la localidad alicantina de Pego. La jornada comenzó con total normalidad, aunque la suerte cambió en el mismo momento en el que una quema de rastrojos descontrolada en Vall d'Ebo causó un incendio que, avivado por el viento, llegó hasta varias zonas de Pego como Les Verdales, La Coma y El Calvari.

Los hechos ocurrieron poco antes de las 11 de la mañana, cuando un agricultor de más de 80 años prendió restos de hierbas, a pesar de que ayer estaba prohibido, en la Solana del Garrofar. Asustado por la inmediata propagación, el anciano se dispuso a apagar las llamas, pero resultó herido y fue rescatado por dos jóvenes. El hombre fue atendido por una ambulancia. El anciano fue trasladado luego a su casa en Vall d'Ebo. Mientras tanto, el fuego avanzaba con rapidez por las ráfagas de viento hacia la Vall d' Alcalà, Gallinera y Pego. Alrededor de las 13.30 horas, la Guardia Civil, ante la virulencia de las llamas, cortó la carretera que une Ebo y Pego, pero el incendio siguió su curso y a las 14 horas, el ambiente era irrespirable en Pego.

El humo y la ceniza tomaron el pueblo, por lo que los voluntarios de Acció Urgente tuvieron que repartir mascarillas entre la población para evitar problemas respiratorios por la inhalación de humo. Además, los servicios de emergencia procedieron a desalojar un centenar de viviendas en la zona de Verdales y El Calvari. Algunas de las casas fueron destruidas por el fuego incontrolado. Se vivieron momentos de tensión, ya que algunos vecinos se negaban a abandonar sus hogares y optaron por luchar contra el fuego con cubos de aguas y mangueras. Hubo incluso un vecino que volvió a su casa para salvar a su perro pese a las advertencias de las fuerzas de seguridad.

El alcalde, Enrique Moll, al igual que muchos vecinos, denunciaron en reiteradas ocasiones la tardanza de los medios aéreos, que extinguían las llamas en Ebo mientras ardía el término de Pego.

14 medios aéreos

El conseller de Gobernación, Luis Santamaría, subrayó que en las labores de extinción trabajaron 14 medios aéreos, siete brigadas de emergencia con siete autobombas, bomberos del Consorcio de Alicante y de Valencia, la Unidad Militar de Emergencias, agentes medioambientales y voluntarios.

Las condiciones meteorológicas registradas ayer eran muy adversas. El alcalde de Pego insistió en que si fuese necesario se habilitaría el pabellón para acoger a las familias desalojadas, aunque, recordó que la mayor parte de la gente que tiene una casa en las zonas afectadas por las llamas, cuenta con otra vivienda en el casco urbano. Mientras se intentaba poner freno a la situación de las llamas en Pego, otro fuego se registraba en la población de Xàbia. Desde el 112 se alertaba a las 17.55 horas de otro incendio en una de las parcelas situadas junto al colegio público Trenc d'Alba.

De inmediato, debido al fuerte viento de poniente que sopló durante toda la jornada de ayer, se propagaron a otros cuatro terrenos de la zona aparcelada, situada en la calle José de Espronceda. La Policía Local y la Guardia Civil tuvieron que cortar los accesos a esta zona, que está rodeada de urbanizaciones y junto al centro escolar, en el que, por suerte, ya habían terminado las clases.

El abrasador calor de ayer causó más de una veintena de incendios rurales o de matorrales en toda la Comunitat Valenciana.