La UME y un helicóptero se retiran del incendio de Vall d'Ebo

La sección de la Unidad de Militar de Emergencias (UME) del Gobierno, formada por unos 50 militares, y un helicóptero se han retirado ya de los trabajos de extinción del incendio de la Vall d'Ebo (norte de Alicante), según ha informado el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat.

En la zona permanecen trabajando, refrescando el área afectada, un helicóptero, seis brigadas y bomberos de los Consorcios provinciales de Alicante y Valencia, unas 80 personas en total, según las mismas fuentes.

El fuego arrasa más de 1.700 hectáreas

El incendio que comenzó el jueves por la mañana en Vall d'Ebo y luego se extendió a l'Atzúvia, Vall d'Alcalà y Pego sigue activo. Las llamas han arrasado ya 1.715 hectáreas de monte, según una primera estimación de la superficie calcinada. Tras visitar la zona afectada, la directora general de Emergencias, Irene Rodríguez, aseguró que la evolución del incendio era favorable y que la situación había mejorado mucho respecto a la jornada anterior, pero matizó que era necesario «ser muy prudentes porque el perímetro es grande».

Mientras Rodríguez hablaba con los periodistas, los medios antiincendios seguían luchando contra el fuego. Unas horas antes, el conseller de Gobernación, Luis Santamaría, se acercó a Pego para comprobar las labores de extinción. Según detalló, en ese momento se contabilizaban tres zonas activas, que se encontraban en los lindes con Vall de Gallinera (por la pedanía de Benirrama), Vall de Laguar y el Barranc de l'Infern. Precisamente, este último punto era el que más preocupaba y en el que se intensificaron los esfuerzos durante la jornada de ayer.

Después del primer día, en el que las altas temperaturas, la baja humedad y la velocidad del viento provocaron el rápido avance del fuego y el desalojo de un centenar de viviendas, la noche resultó más propicia para recuperar la normalidad. De hecho, Santamaría anunció que las personas que habían tenido que dejar sus casas ya podían regresar, y que sólo una vivienda se había quemado entera y otra parcialmente. También la vegetación y mobiliario exterior de diversos jardines sufrieron los efectos de las llamas. En las labores de extinción, todavía en marcha, participaron 300 personas en el dispositivo terrestre, además de tener asignados 18 medios aéreos, algunos llegados desde Castilla-La Mancha y Murcia, que se fueron reduciendo en la tarde de ayer.

A última hora, el perímetro estaba sin llama. No obstante, hoy está previsto que cinco avionetas y helicópteros continúen refrescando la zona. El incendio y las labores de extinción se cobraron tres heridos. Al hombre que provocó las llamas por una quema de rastrojos que se le fue de las manos se sumaron ayer dos miembros de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que sufrieron un accidente con su vehículo. Uno de ellos presentaba magulladuras y el otro tenía una luxación de hombro, por lo que fue trasladado al Hospital de Dénia.

A pesar de estar decretado ayer el nivel 3 de preemergencia, se detectaron varias quemas agrícolas y la Guardia Civil tuvo que realizar dos intervenciones. Ante esta situación, el conseller apeló a la responsabilidad de los vecinos para que no hagan fuego cuando está prohibido.

El Ayuntamiento de Pego celebró ayer por la tarde un pleno extraordinario y urgente para solicitar al Gobierno la declaración de «zona catastrófica» para todo el municipio y para el resto de localidades afectadas por el incendio. Una propuesta que salió adelante con el respaldo de todas las formaciones.

También se acordó crear un plan de empleo para recuperar la zona e incrementar la labor de atención de las reclamaciones de los afectados a través de una oficina específica, que estará en el ayuntamiento.

En la sesión, el alcalde, Enrique Moll, lamentó que la Unidad Militar de Emergencia hubiese llegado a las 20 horas, cuando el aviso del fuego se produjo a las 10.44 horas. En este aspecto también incidió Conxa del Ruste, de Compromís, quien añadió que «la UME no actuó como necesitaba el pueblo de Pego».