Luis Candela
Miércoles, 20 de mayo 2015, 02:05
La chiquilla pensaba que podría recoger uno de los gatitos que le había prometido su vecina del inmueble de Alcoy en el que residía. Sin embargo, en lugar de encontrarse en la casa a la mujer o a alguno de sus hijos menores, estaba un hermano, el hombre que recibió a la niña y abusó de ella. Así lo determina la Audiencia Provincial de Alicante en la sentencia con la que condena a 5 años entre rejas al acusado de recibir a la víctima, una menor de 11 años de edad, a la que sometió a tocamientos.
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Los hechos, por los que el Ministerio Público pedía de inicio 7 años de cárcel, se remontan al 3 de febrero del 2012, cuando esa noche la menor se dirigió a la casa con su perro y la recibió el familiar de la propietaria, de 46 años de edad. Primero, la víctima relató cómo el individuo le ofreció la calada de un porro, a lo que ella se negó. La respuesta no debió gustarle al penado, pues le espetó que si no lo hacía le contaría a su madre que fumaba, por lo que finalmente aceptó cuando eran aproximadamente las nueve de la noche.
Además, el hombre utilizó el engaño para acercarse a la niña, pues, según recoge la sentencia, «simuló una caída», como considera probado el tribunal de la Sección Segunda. Acto seguido, el sujeto pidió ayuda a la menor de 11 años, quien se acercó y le tendió la mano para volver a levantarlo. Precisamente, fue en ese momento cuando el condenado «agarró fuertemente a la niña» y la atrajo hacia sí «para que cayera sobre él», como prosigue el tribunal en el fallo al que ha tenido acceso este diario.
La cría intentó zafarse de su agresor, quien trataba de bajarle los pantalones mientras le tocaba sus partes íntimas. Después de unos minutos forcejeando, la niña pudo escapar de los brazos del hombre, por lo que se marchó rápidamente a su casa.
La madre de la víctima declaró en el juicio que cuando volvió vio que «llegó blanca», sin la chaqueta que portaba ni el gato. Según declaró la mujer, su hija no quiso salir de casa en los días siguientes a la agresión sufrida, ni para ir al colegio ni para estar con sus amigas. Este hecho también lo recoge el tribunal para imponer los cinco años de prisión al acusado.
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Declaración firme
La Sala valora como creíble el testimonio ofrecido por la menor, ya que se mantiene firme en sus acusaciones desde que denunció los hechos hasta en el acto del juicio. Además, los magistrados no encuentran motivo alguno por el que la cría quiera mentir e implicar al procesado, quien en la vista oral negó haberse propasado con la víctima, aunque reconoció que efectivamente estuvo con ella la noche en la que ocurrieron los hechos.
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