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La Primitiva de este sábado entrega dos premios de 102.557,03 euros, uno de ellos en un municipio de 1.000 habitantes
El actor catalán Eduard Fernández, ayer en el Palacio de la Diputación de Alicante.
«Cuando interpreto un papel me llevo cosas de él y él se lleva cosas mías que da al público»

«Cuando interpreto un papel me llevo cosas de él y él se lleva cosas mías que da al público»

El actor catalán Eduard Fernández se muestra «orgulloso» del Premio de Honor que recibe hoy del Festival de Cine de Alicante

Eneas G. Ferri

Viernes, 29 de mayo 2015, 01:03

Con el porte de un personaje duro pero con la humildad y la simpatía de un trabajador cualquiera de cualquier oficio. Así se mostraba ayer Eduard Fernández en la presentación del Premio de Honor que recibirá esta tarde en la gala inaugural del Festival de Cine de Alicante. El escenario para esta presentación fue el Palacio Provincial de la Diputación de Alicante, en un acto presidido por el diputado de Turismo, Joaquín Albaladejo, que estuvo acompañado por el intérprete catalán y el director del Festival de Cine, Vicente Seva.

En una sala de prensa repleta de periodistas, el actor catalán desgranó sus sentimientos ante el galardón concedido por el Festival de Cine, pero también revisó su trayectoria, su amistad con el director Mariano Barroso, al que entregará también mañana el Premio Lucentum por su trayectoria como realizador, y se atrevió a ofrecer sus opiniones sobre los recientes resultados de las elecciones políticas y de la situación del sector cinematográfico.

«Cuando me dijeron que me daban el premio sentí placer, orgullo y honor. Uno va rodando como puede en estos tiempos difíciles y no piensa en el pasado. Pero este premio me hizo sentirme encantando y me hizo recordar lo que he podido trabajar en el cine desde hace veinte años», manifestó el actor. Al echar la vista atrás en estos emotivos momentos, recordó que «en 1999, cuando me nominaron al Goya como actor revelación, me saltaba el corazón en el pecho. Menos mal que no me lo dieron, si no me da algo». No obstante, más tarde logró un Goya al mejor actor en 2001 por su papel en 'Fausto 5.0' y un segundo «cabezón» al mejor actor de reparto con 'En la ciudad', en 2003.

Vicente Seva explicó que la organización ha decidido entregar este premio a Eduard Fernández por su extensa trayectoria profesional en el mundo del séptimo arte, donde ha demostrado ser «un actor de carácter, con mucha personalidad y con papeles de mucha calidad en muchas de sus películas». En la trayectoria de Fernández destaca la participación en cintas como 'Alatriste', de Agustín Díaz Yanes, nominada a los Goya como mejor película; 'La piel que habito', de Pedro Almodóvar; 'El niño', de Daniel Monzón; o 'Todas las mujeres', de Mariano Barroso, un director que «me ayudó al principio en el cine, cuando ya casi lo había abandonado y al que me une una gran amistad de muchas películas juntos», apuntó Fernández.

Sobre el oficio que profesa desde hace cuarenta años, ya que previamente al salto al cine había trabajado en muchas producciones teatrales, el catalán confesó que «cuando hago un papel me llevo cosas de él y él se lleva cosas mías que da al público. Los actores nos vamos contando a nosotros mismos con las películas», a lo que añadió que «me gusta decir que ayudo a contar lo que al director le apetece contar».

En el mismo sentido, ofreció una reflexión sobre el trabajo de grabación de una película en la que expresó que «a veces no se piensa bien todo lo que supone, pero todos los que trabajan en ello, de muy distintos oficios, lo hacen para llegar a un sólo objetivo común, que es que se vea esa película».

Respecto a su visión sobre el estado de la industria del cine en España, el intérprete catalán comentó que «ya está bastante ajustada. Los sueldos han bajado mucho e igual ahora es tiempo de cambiar las cosas. No podemos ajustar todo y volver a hacer lo que se hacía antes de la crisis». Sobre las producciones que se realizan actualmente, Fernández confesó que «este año hemos vuelto a ver producciones de alta calidad y clase alta, por decirlo de alguna manera. La clase baja siempre está ahí, como puede, así que veo que necesitamos clase media, que es la que da estabilidad al cine».

El premiado de honor también se atrevió a analizar la situación política tras las recientes elecciones, de las que dijo que «han sido positivas porque va a c obligar a los políticos a hablar entre ellos». Sobre el triunfo de Ada Colau al frente de Barcelona en Comú en su ciudad natal , manifestó que «llega gente con un listón de honestidad alto».

También relacionado con la política, respondió al ser preguntado por el IVA cultural que «es una broma macabra. Busca perseguir a un sector que siempre ha sido de izquierdas porque, aunque sea la excusa, no tiene ni fin recaudatorio».

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