El CES sostiene que la salida del PP de la Generalitat no va a influir este año en la economía

La Comunitat Valenciana podría cerrar este año con un crecimiento del 3,5 por ciento si se mantiene la actual «marcha» y «sea cual sea el resultado» de las negociaciones políticas tras las elecciones autonómicas. Esta es la previsión con la que trabaja el Consejo Económico y Social de la Comunitat Valenciana (CES-CV), que ayer se reunió en Alicante para aprobar el informe anual y la memoria de 2014. En declaraciones a los medios, y cuestionado por las previsiones de crecimiento para este año que apuntan a un aumento del PIB autonómico del 3,5 por ciento, el presidente del organismo, Rafael Cerdà, dijo que «se preveía, pero no tanto».

Explicó que «la verdad es que se preveía un 2 y pico a finales de año, pero va a ser mucho más». Repreguntado por si la cifra del 3,5 era posible, añadió: «Sí, si sigue esta marcha y parece ser que sí».

En ese aspecto, subrayó que las previsiones se mantendrán en esas cifras y que, según entiende, «las elecciones no tienen por qué haber influido, sea cual sea el resultado».

Cerdà remarca que la memoria está «consensuada» entre sindicatos, patronal y administraciones. Insiste en que «las valoraciones de la situación económica son fruto de la voz del pueblo y de la sociedad civil».

La memoria anual debe ser aprobada antes del 31 de mayo de cada año, por lo que ayer se cerró a pesar de que «algunos datos todavía no están», afirmó Cerdà, quien calificó a la Administración como un «ente lento».

Sobre los datos de 2014, el presidente del Consejo Económico y Social subraya que la Comunitat a 31 de diciembre de 2014 estaba «infinitamente mejor» que un año antes. No obstante, cree que «todavía» los datos macroeconómicos no se han trasladado a la microeconomía.

En cuanto al bloque laboral, Cerdà afirma que la conflictividad «afortunadamente» ha sido «mucho menos conflictiva» y que se han incrementado «los convenios de empresa» lo que provoca que apenas el 20 por ciento de los convenios cubren a un 90 por ciento de los trabajadores.

Así, lamenta que el número de empresas pequeñas es «muy alto» y ello impide la celebración de «elecciones sindicales». Por ello, aboga por la fusión o la confluencia de empresas para reconvertir las «micropymes de apenas un trabajador», sentencia Cerdá.