Un acusado de descuartizar a su pareja dice que lo lamenta

Un acusado de asesinar a su pareja, descuartizarla y profanar luego su cadáver en el municipio de Torremanzanas afirmó ayer lamentar lo ocurrido y sentirse responsable, aunque aseguró que no recordaba prácticamente nada de lo ocurrido, según fuentes próximas al caso. El acusado realizó este alegato cuando se le otorgó un turno de palabra durante una comparecencia celebrada en la Audiencia Provincial de Alicante, al término de la cual una magistrada decretó que siga en prisión preventiva dos años más.

El crimen, que será juzgado el próximo otoño por un jurado popular, aunque aún no se haya fijado una fecha para la vista, ocurrió el 20 de octubre de 2013 en una casa de campo de la partida de Teix, en la localidad alicantina de Torremanzanas, y la fiscalía solicita provisionalmente para el presunto asesino 26 años y 10 meses de cárcel.

Según la acusación pública, entre las 18.00 y las 22.00 horas de ese día, el acusado acudió al dormitorio de su compañera sentimental, de 25 años y con la que convivía, que se encontraba acostada en la cama y le propinó múltiples golpes con un hacha o una mancuerna de las que se utilizan para hacer pesas en la cabeza. Esos impactos, «muchos más de los necesarios para producir la muerte», relata la acusación pública en sus conclusiones provisionales, fragmentaron por completo la estructura ósea del cráneo de la víctima, desde el cerebro hasta la mandíbula. Después, con la joven ya muerta, trasladó su cuerpo hasta el porche de la vivienda y comenzó a golpearlo con la misma hacha y otro instrumento contundente similar hasta descuartizar varias partes del mismo y amputarle un brazo y un pie. Además, siempre según el fiscal, profanó el cadáver al clavarle un arpón de pesca submarina e introducir en el ano dos botellas y un palo.

También le clavó un clavo en la zona del útero y disparó contra la zona dorsal con una pistola por cuya posesión el fiscal le acusa de un delito de tenencia ilícita de armas. A continuación, acumuló en el comedor enseres domésticos y muebles y les prendió fuego para «hacer desaparecer todo vestigio de lo que acababa de hacer», añade el fiscal.