«En este oficio hace falta ilusión en los tiempos difíciles y pasión para mirar a los ojos actuando»

La de Álvaro de Luna de ayer fue una de esas ruedas de prensa que, en lugar de acabar casi en una batalla de preguntas y respuesta, resultó una conferencia magistral, un relato agradable de la vida y pensamientos de una figura de la escena, un placer para los presentes. Álvaro de Luna, nacido en el agitado Madrid de 1935, conversó familiarmente con los medios alicantinos en la presentación del premio 'A toda una vida' que le concede el Festival de Cine de Alicante en su 12ª edición.

El Hotel Meliá, sede del certamen cinematográfico, acogió al madrileño en un acto que estuvo presidido por el director del festival, Vicente Seva, que manifestó que «es un honor y un privilegio tener a Álvaro con nosotros y poder entregarle este premio» tras exponer un amplio resumen de la trayectoria del consagrado intérprete. De Luna, tranquilo ante los numerosos medios reunidos en la cita, sonrió y expresó «la de años que tengo que tener para haber trabajado en todo eso», en referencia a las palabras de Seva.

Tras este entrañable apunte, el actor comentó una curiosa anécdota sobre sus inicios, precisamente, en la provincia de Alicante: «Hace casi sesenta años vine a Dénia a rodar mi primera película 'El hijo del Capitán Blue'. Recuerdo que en aquellas playas, paseando y mirando al Montgó, me decidí a ser actor. Ahora, en este festival, se acuerdan de mí para un reconocimiento por mi trabajo. Es curioso, pero es un orgullo y un placer».

También recordando sus inicios, el veterano intérprete comentó que «trabajaba como especialista de caídas y con los caballos. Pero quería tener un trabajo que fuera para toda la vida, porque de especialista llega una edad en que no puedes».

Siguió recordando algunas de sus vivencias y sensaciones, seguramente empujado por el silencio y la atención reinante en la sala de prensa. «Creo que para mantenerse en este oficio hacen falta dos cosas: ilusión y pasión. La ilusión, porque cuando las escaleras son hacia abajo, en los tiempos difíciles, es necesaria para no abandonar y la pasión porque, sin ella, es imposible mirar a los ojos de otra persona actuando y decir lo que dice el personaje».

Finalmente, confesó el que sería el secreto que le ha llevado a recabar más de medio siglo de papeles en cine, televisión y teatro al decir que «lo que me ha mantenido es la curiosidad de aprender. He tenido la suerte de aprender de todo a mi alrededor. De los veteranos cuando era joven su sabiduría y de los jóvenes con los que trabajo ahora sus ganas y su ilusión». Recordó, entre otros, pequeñas anécdotas vividas con Fernando Fernán Gómez, Antonio Ferrándiz, Pepe Sancho, el escritor Manuel Vicent o su compañero en 'Curro Jiménez', Sancho Gracia.

El Algarrobo

Ya en el turno de preguntas, De Luna se enfrentó a la que, posiblemente, más veces haya escuchado: su relación con el personaje que le lanzó a la popularidad, El Algarrobo. Sin embargo, como si de nuevo reflexionase sobre el tema al verlo con un premio que reconoce su trayectoria, sorprendió respondiendo que «los personajes no marcan a los actores. Los actores que se dejan marcar por los personajes no son buenos», a lo que concretó que «cuando eres actor tienes que meterte en el personaje, pero nunca tienen nada que ver contigo. Los personajes están escritos, los actores sólo les ponemos la lágrima en la cara».

De Luna también ofreció sus reflexiones sobre la actualidad del oficio, del que indicó que «cuando empecé en él, ya estaba en crisis», aunque matizó que «es cierto que ha habido momentos mejores y peores, pero este es muy malo». «Se dice que los actores somos de izquierdas, pero los hay de todos los colores. Hay que diferenciar al actor y la persona. Yo soy de izquierdas, siempre lo he dicho, pero admiro a José Luis López Vázquez, que no podía ser más de derechas».

En el mismo sentido, reconoció que «la situación de la profesión es muy mala, con muchos jóvenes que se tienen que marchar fuera a buscar trabajo», pero también aportó una visión optimista al expresar que «desde mi punto de vista, estamos antes las generaciones mejor preparadas que he visto. Salen de las escuelas y los ves que saben, que tienen ilusión y ganas. Espero que, al final, el talento se sobrepondrá a las condiciones económicas».

Finalmente, el director del Festival de Cine le entregó un libro titulado 'Cine y Pediatría', con prólogo de Montxo Armendáriz, para el que De Luna también tuvo unas palabras de recuerdo.