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Eva María Lahoz
Miércoles, 10 de junio 2015, 02:02
La guerra que los hosteleros alicantinos han iniciado contra el posible tripartito por su postura proclive a modificar la ordenanza de ocupación de vía pública cuenta con un aliado importante, la Cámara de Comercio, que ayer hizo público su apoyo al sector.
El organismo salió al paso de «las declaraciones de Guanyar Alicante relativas a modificar la ordenanza de veladores», en las que apuntaba como prioridad de gobierno la modificación de la misma, para reducir el tamaño de las terrazas. Una postura que el lunes se matizó considerablemente hacia hacer cumplir la ordenanza y, si se detecta que se mantienen los problemas, estudiar su modificación.
La Cámara coincide en que el cumplimiento de dicha ordenanza «debe garantizar y compatibilizar el descanso de los residentes y la actividad económica de un sector emblemático en nuestra provincia». Pero recordó que este sector, estrechamente relacionado con el turismo, está formado por más de 1.200 empresas, supone más de un 15% del PIB de la provincia y da empleo a más de 90.000 personas.
Por ello, instó a las administraciones y a los gobernantes a «actuar con responsabilidad y sentido común, siendo conscientes que sus decisiones afectan a actividades económicas que generan empleo y riqueza». En la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante (Apeha) no parece que hayan quedado muy conformes con las matizaciones introducidas por el tripartito en su programa, ya que ayer emitieron otro comunicado mostrando su indignación.
Acusaron al tripartito de proponer «medidas ruinosas para el turismo de la ciudad» y de «poner en riesgo la viabilidad turística y hostelera» de Alicante. A su juicio, es una «irresponsabilidad» no contar con los representantes de la industria turística de la ciudad en una mesa de negociación antes de lanzar algunos de los puntos de su nuevo programa.
Añaden que dichos puntos que tratan «están indefinidos y resultan difusos». Cuestiones como declarar zonas acústicamente saturadas, en su opinión, «van a generar una inestabilidad social, económica y empresarial que el sector no está dispuesto a permitir que siga adelante». Por ello consideran urgente que se abran vías de comunicación con el nuevo gobierno, que se creen grupos de trabajo con los principales actores del sector «antes de destrozar el brazo con mayor fortaleza económica de la provincia». Y reiteran su amenaza de movilizaciones: «Si esta disposición al dialogo no se tiene en cuenta con carácter de urgencia, se iniciarán manifestaciones».
Los vecinos, molestos
La Asociación de Vecinos del Centro Tradicional, una de las que más ha peleado por la declaración de zona acústicamente saturada, contraatacó ayer las manifestaciones de los hosteleros, a quienes acusó «amenazar» al equipo de gobierno. «Es de una actitud indigna, que unos señores causantes de perjuicios contrastados a los ciudadanos por su forma de actuar con sus negocios, intenten amedrentar a un gobierno de la ciudad, para no cambiar una ordenanza que se confeccionó sin consenso», señalan. Y amenazan, por su parte, con movilizaciones.
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