PPLL
Jueves, 11 de junio 2015, 01:12
Una becaria de la conselleria, Victoria Vila, fue una de las artífices de que este escándalo de corrupción saliera a la luz. Durante una visita a Nicaragua para revisar los proyectos de Cooperación comunicó a su superiora la escasa inversión en el lugar de origen y pidió más información al respecto. Su papel debe ser elogiado. Mirar hacia otro lado suele ser la postura más cómoda. De igual modo, la actitud de los técnicos de la Conselleria que denunciaron las presiones que sufrieron por parte del exconseller para que finalmente otorgaran las ayudas. Su testimonio durante la instrucción y el juicio resultó clave para la sentencia condenatoria. En el momento de los hechos plantaron cara al exconseller al negarse a dar una subvención a una entidad que no cumplía todos los requisitos pese a que su puesto de trabajo podía peligrar con esa decisión.
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El ejemplo de los técnicos ha cundido y hoy en día muchos otros trabajadores se muestran más valientes a la hora de denunciar estos hechos.
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