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P. PARDO/J. L. MORALES
Martes, 16 de junio 2015, 02:18
El presidente provincial del Partido Popular, José Císcar, consiguió frenar ayer una rebelión del sector ripollista en la junta directiva de la organización celebrada ayer por la tarde en Alicante. Antiguos representantes próximos al exmandatario popular José Joaquín Ripoll se enfrentaron a la actual dirección, a la que reclamaron la celebración de primarias para la elección de los diputados provinciales, una fórmula inédita en la organización.
Finalmente no se produjo ninguna votación, por lo que esta revuelta quedó, por el momento, diluida. Sin embargo, el movimiento ya ha puesto en alerta a José Císcar de que si quiere la Diputación Provincial va a tenerla que pelear primero en casa. Sus rivales, más allá de Luisa Pastor, ya se mostraron en la reunión de ayer.
Quien llevó la voz cantante fue Miguel Ortiz, exalcalde de Altea y expresidente provincial del PP. Reclamó cambiar ahora los estatutos de la formación y forzar unas primarias en las comarcas para la elección de diputados provinciales frente al actual sistema de avales sobre listas cerradas. Tras Ortiz, intervinieron otros dirigentes próximos a Ripoll como Enrique Ponsoda, Rafael Vives o Macarena Montesinos, todos en la misma línea.
Aprovecharon que la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) retrasa la constitución de los ayuntamientos de Benejúzar y El Campello y, por tanto, de la propia Diputación. El órgano provincial no se convocará hasta principios de julio, lo que da más tiempo para negociar los diputados provinciales, aunque la dirección popular controla casi todas, por no decir todas, las comarcas.
Esta estrategia sorprendió e indignó a partes iguales a muchos miembros de la junta directiva, que echaron en cara a estos dirigentes que durante el tiempo que estuvieron al frente de la organización no se interesaran por las primarias. Entienden las fuentes consultadas por este periódico que la intención final de este sector ripollista es forzar a la dirección provincial a incluirles en las listas y, así, obtener representación en la Diputación.
Es más, el sector ripollista no obvia su intención final de pedir «responsabilidades» tras las últimas elecciones y hacer caer a Císcar.
Juegan también con las declaraciones del coordinador provincial de Ciudadanos, Emigdio Tormo, quien ha afirmado en repetidas ocasiones que su formación apoyara a otros candidatos populares a la Diputación que no sean el propio José Císcar ni Luisa Pastor. Ortiz ve ahí una posibilidad de asirse a la Diputación Provincial como una apuesta que podría contar con el beneplácito de Ciudadanos.
No hay que olvidar que el propio Emigdio Tormo estuvo en la órbita de José Joaquín Ripoll en el tiempo en el que estuvo en la Diputación Provincial. Entienden las fuentes consultadas por este diario que todo es una estrategia para que Císcar no sea, finalmente, el candidato.
El presidente provincial, consciente del movimiento, se mostró firme: «Los candidatos del PP los elegimos nosotros. Ningún dirigente de otros partidos va a imponernos a nuestros candidatos», afirmó ante los miembros de la junta directiva para acallar las voces contrarias.
No obstante, al final aceptó el órdago de los ripollistas y propuso votar en la misma junta directiva provincial la celebración de primarias. No se llevó a cabo la votación, puesto que los mismos que la propusieron se excusaron en que no estaba en el orden del día.
El todavía presidente regional del PP, Alberto Fabra, asistió ayer a este enfrentamiento. En su discurso, Fabra pidió al partido trabajar unido, aunque lo único que presenció fue el inicio de las escaramuzas.
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