Pastor se alía con los ripollistas

La presidenta de la Diputación Provincial, Luisa Pastor, es consciente de que ya no puede competir por renovar el cargo y se ha aliado con el sector ripollista, que el lunes intentó rebelarse contra la dirección provincial, contra José Císcar, actual dirigente del PP en Alicante y aspirante a la institución. Tras una rueda de prensa para presentar el balance de sus cuatro años al frente de la Diputación Provincial, apoyó ayer públicamente al exalcalde de Altea Miguel Ortiz como «una buena vía» para relevarle en la institución y pidió a Císcar que «dé un paso atrás», no solo en la institución sino también en el partido, en aras de «pacificar» el partido y «abrir puertas y ventanas» en la formación.

Pastor se enfrentó al mismo Císcar hace menos de quince días en una junta directiva de los populares alicantinos, al que retó a conseguir los avales necesarios para hacerse con el control de la Diputación. Sin embargo, Pastor se dio cuenta tras intentar recabar apoyos en la comarca que no tenía posibilidades siquiera de presentar una lista alternativa.

El hecho de que haya perdido también el Ayuntamiento de San Vicente tras las últimas elecciones ha minado también las posibilidades de Pastor, como ella misma reconoce: «Tomé la decisión de no presentarme a la reelección si no tenía un buen resultado en mi población», dijo ayer la presidenta de la Diputación, a pesar de su reto público a Císcar hace apenas quince días.

Ahora, sin el poder municipal y sin posibilidades de continuar en la Diputación, Pastor se ha unido a Miguel Ortiz, exalcalde de Altea y expresidente provincial del PP. El sector ripollista intentó forzar el lunes el cambio de elección de los diputados provinciales por unas primarias, una maniobras que les salió mal, pero que supuso en realidad una excusa para iniciar las escaramuzas con la actual dirección popular.

Curiosamente, hace cuatro años Luisa Pastor encabezó las maniobras para apartar a José Joaquín Ripoll de la Diputación Provincial, pero ahora han cambiado las tornas. Entonces, dijo, le ofrecieron también ser presidenta del PP provincial, pero lo rechazó porque «no se deben unir los cargos». Matizó que «la política se debe hacer desde el partido y la gestión desde las instituciones», en respuesta a las críticas que recibió en la citada junta directiva provincial por parte de algunos alcaldes.

Para la popular, «hay que primar el funcionamiento interno del partido sobre las aspiraciones personales», por lo que hay que «dar un paso atrás y dar posibilidades a otros».

La excusa que puso Pastor para pedir que Císcar se vaya es la necesidad de contar con Ciudadanos para presidir la Diputación y las advertencias del coordinador de esta formación, Emigdio Tormo, de que no apoyarán a Císcar. «Es otra piedra más que hay que tener en cuenta», dijo Pastor.

Cabe recordar que Emigdio Tormo también estuvo en la Diputación en la época de José Joaquín Ripoll como director de la Agencia Provincial de la Energía, por lo que algunas fuentes consultadas consideran que sus declaraciones son «una maniobra» para intentar restar a Císcar. De hecho, como ha publicado este diario, la dirección de los populares alicantinos ha mantenido contactos con la dirección autonómica de Ciudadanos en las que no han puesto pegas a la candidatura de Císcar a la Diputación.

«Una jugarreta»

Preguntada por este diario por si se postulará para presidir el PP de Alicante en el próximo congreso provincial, reconoció que «eso sería una jugarreta» y ha estimado que «habrá gente» que pueda optar al cargo, aunque también es consciente de que «en la vida no se puede descartar nada, ni bueno ni malo». En todo caso, no ha puesto en duda que Císcar continúe presidiendo el partido por el momento ya que «no se puede cambiar al presidente ahora».

Pastor seguirá en el cargo hasta que se constituya la próxima corporación provincial y después tiene previsto mantener su acta en San Vicente del Raspeig como «una concejal más».