Císcar insta a Génova a apoyarle para la Diputación y acabar con la guerra interna

El presidente provincial del PP de Alicante, José Císcar, contestó ayer uno por uno a los diferentes compañeros y rivales que en los últimos días han cuestionado su idoneidad como candidato popular a la Diputación de Alicante. En una demostración de fuerza, presentó los avales del 84% de los concejales de la comarca de l'Alacantí (todos menos los de San Vicente y el de Miguel Valor en Alicante), que le aseguran un puesto en la institución provincial, y asegura que tiene el respaldo del presidente regional, Alberto Fabra. Pero no le basta y reclama el apoyo también de la dirección nacional, que «debe» pronunciarse sobre quién será el presidente de la Diputación, todo en aras de acabar con esta guerra intestina.

Desde que el exalcalde alteano Miguel Ortiz se levantara el pasado lunes en la celebración de la junta directiva provincial, seguida por Luisa Pastor al día siguiente, la batalla contra Císcar no había hecho más que empezar. Así que el presidente provincial puso en su sitio a cada uno, empezando por el sector ripollista, que le pidió primarias para la elección de los diputados provinciales. Se negó a esta fórmula y aseguró que «vamos a seguir el proceso que marca la ley», en referencia a la votación en cada partido judicial .

Sobre el «paso atrás» de Luisa Pastor, comentó que ha desistido porque no ha conseguido los avales necesarios para concurrir al proceso y, entonces, mostró los suyos. No quiso pasar por alto las insinuaciones del coordinador provincial de Ciudadanos, Emigdio Tormo, de que no les apoyarían (al PP solo le falta un voto para la mayoría absoluta en la Diputación) si Císcar era candidato.

Insistió en que «ninguna otra formación va a decir al PP quién es el candidato a la Diputación» -«hasta ahí podíamos llegar»- porque su partido no está dispuesto a que le «quiten un gramo de dignidad». «Quien sea, lo decidirá el partido y la dirección nacional», insistió Císcar, que reconoció que el PP «vive una situación difícil, donde muchos compañeros han perdido la alcaldía y concejalía y hay muchas peticiones para ser diputado provincial», 40 para 15 puestos en la Corporación.

De Tormo, subrayó en tono serio que «no tiene potestad ni legitimidad para dar certificados de buena o mala gestión». Recordó que hace cuatro años, Tormo trabajaba en un puesto «directivo importante» dentro de la Diputación de la mano del expresidente popular José Joaquín Ripoll y que él, como vicesecretario general del PPCV, participó «activamente» para que Ripoll «no repitiese» en la institución por estar imputado por «delitos graves» dentro del 'caso Brugal', lo que volvería a repetir porque sigue pensando que no era «idóneo» para la institución. «Estoy orgulloso de lo que hice y lo volvería a hacer», manifestó tajante.

De todas formas, avanzó que la dirección nacional del PP trabaja en un pacto global con Ciudadanos para que le respalde en aquellas instituciones en las que sean la lista más votada y no ocurra como en Torrevieja, donde un hexapartito ha dejado al PP fuera de la Alcaldía.

Tanto Císcar como Ortiz están peleando comarca por comarca por conseguir los avales necesarios, y no su rival. Por ahora, ninguno de ellos tiene una mayoría absoluta clara.