La autopsia confirma que acuchillaron por la espalda a los dos niños de La Vila

El triple crimen cometido en La Vila -fueron hallados muertos dos menores y dos adultos con heridas de arma blanca tras una explosión en una casa de campo- corresponde a un suceso de violencia de género. Así lo confirmó ayer el subdelegado de Gobierno en Alicante, Alberto Martínez, quien mostró su «enérgica» condena.

La Guardia Civil investigaba si Carlos Alberto Soler, un alicantino de 38 años, pudo haber matado a su madre de 64 años, a su hijo Carlos, de 6 años, y a su hijastra Cristina, de 14 y hermana del menor, en una casa de campo situada en la carretera que une el municipio con Finestrat. Aquí vivía desde hacía un tiempo con su madre. Carlos sufría fuertes depresiones y había intentado quitarse la vida en alguna ocasión con anterioridad. Estaba a punto de firmar el divorcio con la madre de los dos niños, quienes residían en la pedanía murciana de Guadalupe. El proceso de separación pudo ser el detonante.

Al tener un hijo en común y la custodia compartida, ésta vez le tocaba al padre, pero el menor no quería marcharse con él, por razones que se desconocen, y ante su negativa fue la hermanastra, de 14 años, la que le propuso desplazarse a La Vila para que no hubiera problemas.

Según fuentes próximas al caso, la autopsia confirmaría la tesis según la cual el padre habría matado con un cuchillo a su madre, a su hijo y a la hijastra. Luego habría prendido fuego a la casa tras rociarla con gasolina y se habría infligido a sí mismo cortes en los brazos y en el cuello, herida ésta última que le habría provocado la muerte. Otras fuentes próximas a la investigación especificaron que el hombre presentaba cortes en el cuello y en el brazo, al parecer tras autolesionarse, mientras que su madre tenía un fuerte golpe en la cabeza y heridas por arma blanca, algunas en el abdomen. A su vez, los dos menores estaban parcialmente carbonizados a causa del incendio cuando fueron hallados y también padecían lesiones por arma blanca en la espalda.

Estas fuentes confirmaron que la vivienda estaba cerrada por dentro en el momento del suceso y en su interior se hallaron un arma blanca y un hacha, además de dos bombonas de gas y varias garrafas de gasolina.