Dolor en el funeral y entierro de los pequeños

La pedanía murciana de Guadalupe se enfrentó ayer al inmenso dolor de tener que despedir a dos de sus vecinos, los hermanos Carlos y Cristina. Las palabras no alcanzan para describir la tristeza que acompañó el funeral y el entierro de los pequeños en el cementerio de la localidad. El Ayuntamiento de Murcia decretó ayer un día de luto oficial en el que las banderas ondearon a media asta en todas las instalaciones públicas de la pedanía, donde vivían los dos niños con su madre, Toñi, exmujer del presunto homicida. La tragedia golpeó a la localidad durante la celebración de las fiestas de la Virgen de Guadalupe, por la que la comisión de festejos decidió suspender los actos programados para ayer en señal de duelo. El Ayuntamiento de La Vila también decretó tres días de luto oficial tras conocerse el suceso.