PPLL
Miércoles, 8 de julio 2015, 01:00
Muchos trabajadores tuvieron que hacer frente a las temperaturas extremas a pleno sol. «Me he llevado más de un susto, el año pasado me desmayé y tuve que ser atendido», recordaba ayer José Marc, barrendero, que limpia sin la gorra puesta porque le hace sudar excesivamente. Pese a todo asegura sentirse afortunado por su horario laboral: «Empiezo a trabajar a las seis y termino a las doce, me libro al mediodía, que son las peores horas». Tito, camarero en un local, aprovechaba cualquier descanso para refrescarse y beber agua. «Con estas temperaturas es difícil trabajar, no importa si estás en cocina con los hornos o si estás sirviendo». Ahora bien, ha trabajado en peores condiciones. «Es más duro estar de albañil. Al menos aquí tienes sombra», afirma. Este es el caso de Javier Granell, que se pasa el día haciendo reformas y trabajos verticales a muchos metros de altura. «El trabajo es lo primero, hay que currar haga calor o llueva». Apunta que lo recomendable es aprovechar las primeras horas del día y evitar las del mediodía, informa Daniel Navarro.
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