Dos corporaciones y seis partidos homenajean a Valor

La capacidad de alcanzar consensos será una de las características más recordadas del paso de Miguel Valor por la Alcaldía de Alicante. Han sido apenas cinco meses al mando, pero toda una vida dedicada a la política hasta que hace pocas semanas decidió jubilarse definitivamente.

Un tiempo en el que ha hecho más amigos que enemigos, a juzgar por el acto multitudinario en el que se convirtió ayer la colocación de su retrato en la galería de los alcaldes del Salón Azul. Representantes de dos corporaciones municipales, la pasada y la actual, y de seis partidos: PP, PSOE, UPyD, Guanyar, Ciudadanos y Compromís, rindieron homenaje a su talante en un acto muy emotivo, al que también asistió su familia.

Entre las filas populares, algunos ediles de la pasada legislatura ahora retirados, como Juan Seva, Oti García Pertusa, Pablo Sandoval, Adrián Santos o Marta García Romeu, junto con los del actual grupo municipal. Fernando Llopis, que ha abandonado UPyD recientemente, también acudió, al igual que el socialista Manuel Marín.

Nada que ver con acto de colocación del retrato de su antecesora, Sonia Castedo, que con casi dos legislaturas como alcaldesa apenas invitó a menos de diez personas (ni siquiera a todos los integrantes de su grupo municipal) a este acto.

Valor, muy emocionado, pidió ayer que se le recuerde como «el alcalde de todos» que ha intentado «hacer lo mejor por la ciudad» y «devolver la calma al Ayuntamiento», tras los tiempos convulsos de Castedo. Dijo que los sentimientos se le debordaban «a borbotones» y señaló que quien es alcalde «lo es para siempre», por lo que su puerta está abierta pese a haberse jubilado.

Echávarri resaltó que Valor llegó a la Alcaldía en un momento en el que la «excepcionalidad era lo normal y lo normal era lo raro» y que devolvió las cosas a su sitio, motivo por el que le dio las gracias.