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Luis Candela
Lunes, 27 de julio 2015, 00:33
Una negligencia de una enfermera del Hospital Comarcal de la Vega Baja provocó el empeoramiento de una paciente que finalmente murió. Por ello, el Juzgado de lo Penal 1 de Orihuela ha impuesto a la sanitaria una pena de dos años de cárcel por un delito de homicidio por imprudencia grave, según recoge el dictamen al que ha tenido acceso este diario. Lo que pudo ser una dolencia sin mayores complicaciones se tornó en fatalidad «por la omisión de la necesaria atención y asistencia que debía de prestar» la procesada, quien no podrá ejercer su profesión durante tres años y medio.
Además, la juez condena a la procesada, y a la Agencia Valenciana de la Salud como responsable civil subsidiaria, al pago de 132.000 euros, 22.000 euros a cada unos de los seis hijos de la fallecida, quienes estuvieron personados en el proceso y representados por el letrado José Miguel Carrillo Murcia, con despacho en Orihuela.
La mujer ingresó el 28 de mayo de 2009 en el Servicio de Urgencias aquejada de una pancreatitis aguda leve, según el diagnóstico de la médico que la atendió.
La evolución de la paciente mejoró con analgésicos, por lo que la facultativa ordenó su ingreso en planta y le recetó un tratamiento de fluido constante de suero. Las complicaciones llegaron sobre las dos de la madrugada. La paciente tuvo que levantarse para ir al baño, acompañada de una de sus seis hijas, y se le salió la vía por la que se le administraba el suero. Lo que podría resultar una nimiedad, no lo fue en absoluto.
La hija de la víctima se dirigió a la enfermera que ocupaba en esos momentos el puesto para que le volviese a introducir la aguja con el catéter. No lo hizo, prefirió hacerlo a la mañana siguiente y así evitar «un nuevo pinchazo», como se considera probado en la sentencia. Así se lo hizo saber a la allegada de la paciente, quien, «sin conocimientos médicos», estuvo «conforme con la explicación».
Los hechos se precipitaron a partir de ese momento, pues la médico de planta que examinó a la víctima a las 8.30 horas del día siguiente tuvo que solicitar la realización de un TAC abdominal que confirmó lo que parecía más que evidente: la mujer había empeorado «por falta de suministro de la fluidoterapia prescrita», por lo que la pancreatitis aguda leve se convirtió en grave y el 1 de junio se produjo el óbito en la UCI del Hospital de la Vega Baja a consecuencia de un «fracaso multiorgánico».
Asimismo, la magistrada ponente del fallo entiende que la ahora condenada «faltó a la verdad» en el juicio «en el ejercicio de su derecho de defensa». La enfermera trató de «eximirse de responsabilidad». Para ello, alteró las horas de llamada de los familiares que acompañaban a la víctima, según recoge el dictamen judicial.Para la juez no cabe duda de que la sanitaria «omitió de forma voluntaria» el tratamiento que la fallecida debía recibir, por lo que quedó al menos durante dos horas sin hidratación, aunque pudieron ser todavía más.
Los médicos que declararon en el juicio confirmaron que la enfermera no tenía capacidad para actuar como lo hizo y destacaron la importancia de que la paciente no se deshidratara, pese a que alguno quisiera matizar sus palabras recogidas en los informes de cuando ocurrieron los hechos. No obstante, la sentencia del Juzgado de lo Penal 1 de Orihuela todavía no es firme, ya que contra ella cabe interponer recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Alicante.
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