Moreno contraataca y hace públicos mensajes ofensivos del próximo concejal de C's

Si el primer Pleno ordinario de la legislatura ha de servir para marcar la senda de cómo van a ser las relaciones entre el tripartito y los dos grupos de la oposición, PP y Ciudadanos (C's), todo apunta a que la crispación ha vuelto para quedarse en el Ayuntamiento de Alicante. La de ayer no fue, ni mucho menos, una sesión de trámite y toma de contacto.

Volaron los cuchillos y la oposición trató por todos los medios de hacer daño al tripartito con un arma fundamental: la debilidad en la que le ha colocado la concejal Marisol Moreno, investigada por sus 'tuits' violentos y con insultos hacia la familia real. Pero a algunos se les volvió en su contra.

El alcalde, Gabriel Echávarri, fue conminado a responder a dos preguntas al respecto. Una del PP sobre los motivos por los que no aparta a Moreno de sus competencias de Juventud y Protección Animal y otra de C's sobre su opinión acerca de los mensajes de la edil.

Pero no fue él el que dio la primera réplica, sino la propia Moreno que, tras días de silencio, aprovechó el Pleno para dar su versión de la polémica y volver a pedir disculpas. Para eso y para contraatacar haciendo públicos unos mensajes de Facebook del que será pronto edil de C's, Juan Francisco Escudero, que sustituirá al fallecido José Manuel Gosálbez. En uno de ellos, el hasta ahora asesor de redes sociales de C's defiende a Sonia Castedo en un post titulado «No tenéis ni puta idea» y para hacerlo llama a sus detractores «peña de socialistas perdedores mal follados». En otro, con título «Si me llamas mañaco te llamo PUTA» le dice a alguien «Puta tú y puta tu madre». Mensajes que dejaron muda a la bancada de C's. Vicente Buades había intervenido antes para instar al cese de la edil citando a Pablo Iglesias y su frase «en política no se pide perdón, se dimite».

«¿Qué hacemos con esto?», le pregunto después Moreno, «¿lo llevamos también a Fiscalía?», inquirió, en referencia a las denuncias presentadas contra ella por C's y PP.

El grupo popular salió mejor parado, ya que al parecer no han podido encontrar artillería en internet contra ninguno de sus miembros. Fue Luis Barcala el que defendió la pregunta del grupo. Acusó a Moreno de «vincular el nombre de Alicante a un triste espectáculo» y llegó a aconsejar a Echávarri que «no se sienta rehén» de Guanyar, porque no los necesita para gobernar.

La edil cargó, no obstante, contra la portavoz, Asunción Sánchez Zaplana, a quien acusó de «cinismo» por criticarla después de «ejecutar recortes brutales, aunque, eso sí, no ha dicho una palabrota en su vida».

Sacó también a colación los «cientos de imputados» del PP y acusó a populares y a C's de «construir una calumnia para que me acosen los medios de comunicación y los lobbys» porque su oposición es «vacía».

Echávarri, que intervino después, calificó los mensajes de Moreno de «desafortunados» y «poco edificantes» pero resaltó que ha pedido disculpas. «No me irrogo el poder de sancionar a nadie por lo que hizo cuando era una persona anónima», señaló. Y también lamentó la «poca utilidad» de las propuestas del PP como oposición.

Solos en la ATE y la ZGAT

No encontró respaldo el tripartito en dos de los temas estrella que llevaba al Pleno. Las peticiones al Consell de retirada, por un lado, de la Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT), es decir, de la libertad de horarios comerciales, en el centro y, por otro, de la Actuación Territorial Estratégica para la implantación de Ikea y una macrosuperficie comercial en Rabasa. Tampoco le arroparon PP y C's en petición de proteger las Lagunas de Rabasa y otros humedales.

El PP votó en contra de las tres propuestas. Ciudadanos, por su parte, votó en contra de la supresión de la ZGAT y se abstuvo en los puntos relativos a Rabasa.

Sí hubo acuerdo para iniciar una comisión que investigue si Coepa ha cumplido el convenio por el que se le cedió suelo en Babel para un centro de formación.