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José Juan Zaplana, Isabel Bonig, José Císcar y César Sánchez, ayer en Alicante.
Bonig se apoya en Císcar y arrincona al fabrismo

Bonig se apoya en Císcar y arrincona al fabrismo

Da visibilidad a sus pesos pesados y aparta a Bellver como vicesíndico

JUAN CARLOS FERRIOL

Sábado, 1 de agosto 2015, 00:32

El día que Ciudadanos sentenció que José Císcar no recibiría su apoyo para ser presidente de la Diputación de Alicante, el presidente provincial de los populares alicantinos decidió mover ficha en el tablero político del PP valenciano. El jaque que había intentado para alcanzar la presidencia de la institución provincial no había dado resultado y le obligaba a jugar otra partida: la del control del PP valenciano. Císcar tenía juego en el escenario abierto tras el batacazo del 24 de mayo y la ya por entonces previsible marcha inmediata de Alberto Fabra de la presidencia regional. El exvicepresidente del Consell movió ficha ayer, y triunfó por desaparición del adversario.

  • Presidenta

  • Isabel Bonig

  • Coordinadora general

  • Eva Ortiz

  • Vicesecretarios generales

  • José Juan Zaplana y Elena Bastidas

  • Vicesecretarios

  • MªCarmen Contelles, Jaime Bronchud, Héctor Folgado, María José Català, Luis Santamaría y María Ángeles Ramón-Llin.

  • Comité Electoral

  • César Sánchez

  • Miembro CER libre designación

  • Rita Barberá

  • Secretario general PP Alicante

  • Eduardo Dolón

Isabel Bonig, la nueva presidenta del PP valenciano, dio forma ayer a la nueva estructura de la cúpula del partido. Y lo que la líder regional puso sobre la mesa es la ratificación de que ella preside, pero que es Císcar el que dispone de un poder indiscutible en la dirección regional. El organigrama presentado por Bonig sitúa a dos de los pesos pesados de Císcar, Eva Ortiz y José Juan Zaplana, en las principales responsabilidades de la nueva dirección regional. Junto a la exalcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, son las tres personas en las que se apoyará Bonig para tratar de conseguir que el PP valenciano gane visibilidad, después de que el 24 de mayo pusiera punto y final a la hegemonía electoral de los populares de la Comunitat. Ya no hay Palau, ni presidente del Consell, ni consellers, ni Diputación de Valencia. Ni siquiera muchos de los principales ayuntamientos de la Comunitat. El foco tiene que volver al partido. Y para ello, Bonig presentó ayer un nuevo equipo con el que trata de devolver el protagonismo a esta formación política. Los tres mencionados, Eva Ortiz como coordinadora general, y José Juan Zaplana y Elena Bastidas como vicesecretarios generales, responden a ese perfil agresivo, de discurso aguerrido que tanto gusta a la presidenta regional. Y dos de ellos son, además, personas de la máxima confianza de Císcar. Eva Ortiz ocupó el puesto número dos, sólo por detrás del presidente provincial, en la lista autonómica de Alicante el pasado 24-M. Zaplana era hasta ayer secretario general y mano derecha de Císcar en la dirección provincial.

La presencia de Bastidas, que completa ese trío de puestos principales, supone la recuperación por fin de la exalcaldesa para la vida orgánica del partido. Pese a una larga trayectoria pública, la aún presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias no había llegado a dar el salto a la política autonómica, quizá porque nunca permitió que Alfonso Rus la considerara como pieza de su equipo. Desalojada de la alcaldía, Bonig incorpora para ocupar un puesto principal en la nueva dirección a una mujer con carácter, de discurso ideológico y hábil en la dialéctica cuerpo a cuerpo.

La marca del líder del PP alicantino en la nueva dirección regional se aprecia en otros dos movimientos: el primero, la caída de Miguel Ortiz como vicesecretario regional. El exalcalde de Altea había tratado de referenciarse, de la mano de Alberto Fabra y Joaquín Ripoll, como el principal referente crítico con la dirección provincial del PP alicantino. De hecho, el expresidente regional y el que fuera responsable de la Diputación de Alicante maniobraron para que Ortiz fuera diputado provincial, con la intención de que el coordinador de de Ciudadanos en Alicante, Emigdio Tormo, accediera con él de candidato a apoyar al PP para presidir la Diputación y dejar en evidencia a Císcar. Eduardo Dolón, exalcalde de Torrevieja, se encargó de cortarle el paso a Ortiz y desbaratar la operación. Y Císcar, ya en la cúpula del partido, se ha encargado de darle la puntilla para borrar cualquier rastro que recordara al expresidente Eduardo Zaplana en la presidencia regional del PP valenciano.

A la caída de Ortiz se une la designación de César Sánchez. El presidente de la Diputación de Alicante abandona una de las vicesecretarías generales -la otra era de Emilio llopis y su salida estaba cantada-. Pero lo hace para asumir la presidencia del comité electoral. Las fuentes del PP valenciano consultadas por este diario vinieron a justificar el movimiento en la imposibilidad de que Sánchez, ahora responsable de la institución provincial alicantina, pudiera tener margen para asumir el protagonismo que Bonig pretende imprimir a las vicesecretarías. La presidencia del comité electoral, por contra, no tiene un papel protagonista en el día a día de la organización. De hecho, apenas si lo tendrá antes del próximo congreso regional, toda vez que las candidaturas para las elecciones generales las aprueba la calle Génova.

Otras fuentes del PPCV incidieron no obstante en lo significativo del movimiento de Sánchez. La presidencia del comité electoral que asume estaba ocupada hasta la fecha por María José Català. La exportavoz del Consell era la otra gran aspirante a asumir la presidencia del partido -de hecho, la suya era la apuesta favorita de Alberto Fabra-. Català deja la presidencia del comité electoral, aunque asume una de las seis vicesecretarías sectoriales. Algunos cargos populares señalaron ayer que Bonig, más que premiar a Català, lo que hace es darle una responsabilidad para mantenerla en la dirección y «corresponsabilizarla» de la gestión.

Si Císcar ve remarcado su protagonismo, el fabrismo, entendido como los nombres por los que el expresidente popular había apostado para puestos clave, se ve arrinconado. Ocurre con Miguel Ortiz y de alguna manera con María José Català. Pero, sobre todo, con el exsíndic del PP valenciano Jorge Bellver. El hasta ayer vicesíndic del grupo -teórico número dos del organigrama- abandona ese puesto, que desaparece, para asumir la presidencia del grupo popular de Les Corts. Es el puesto que ocupaba hasta ayer Rita Barberá, un cargo honorífico pero sin ningún peso político. La exalcaldesa, por cierto, se mantiene como miembro de la dirección regional, nombrada como miembro de libre designación por la propia Bonig.

La nueva cúpula popular se completa con la portavoz del PP en la Diputación de Valencia, Mª Carmen Contelles, el portavoz del PP de Mislata Jaime Bronchud y el de Villarreal Héctor Folgado. También se incorporan como vicesecretarios el exconseller Luis Santamaría y la concejal del Ayuntamiento de Valencia María Ángeles Ramón-Llin.

En el grupo de Les Corts, Bonig se apoyará como portavoces adjuntos en Eva Ortiz, Català y el presidente provincial Vicente Betoret. A la cúpula del grupo se incorpora también Santamaría, que asume la secretaría general.

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