Una ciudad llena desde la arena a las calles

Fin de semana con la ciudad a rebosar de visitantes y turistas en el arranque del mes turístico por excelencia ya que quienes disfrutaron de las vacaciones en julio las apuraron al contar con dos días extra. Torrevieja reflejó ayer un lleno total en sus playas, paseos y también en los supermercados que registraban grandes colas en las cajas fruto del turismo de segunda residencia en el que la ciudad es una auténtica potencia.

Las oficinas de información turística, especialmente la principal del Paseo de Vista Alegre, en el antiguo Miramar, y también los puntos de atención de la pedanía de La Mata y el temporal de la Playa de El Cura, fueron lugares donde se concentró un gran número de personas que demandaron información acerca de playas, programación cultural y servicios en general, especialmente por familias recién llegadas para pasar los próximos días del inicio de sus vacaciones. Siguiendo la tónica del mes de julio que también ha destacado por un importante volumen de visitantes, la presencia de extranjeros ha sido determinante.

Aunque el turismo nacional es el más numeroso en ésta época del año los demandantes de información son principalmente internacionales y este año ha experimentado una notable recuperación el francés. Al mismo tiempo en esta época también se aprecia el descenso de otras nacionalidades que son habituales durante el resto del año como las escandinavas, sin duda una de las piedras angulares del turismo salinero en la desestacionalización y que opta por otros meses menos bulliciosos.

En el aspecto puramente económico, y pese a que durante el fin de semana se han visto calles que presentan un lleno total, el mes recién acabado ha tenido dos caras, en opinión de la responsable del colectivo más destacado del comercio torrevejense. Para Caridad Salmerón, presidenta de Apymeco, aunque todavía es pronto para hacer un balance del mes que ha finalizado, sus primeros días «fueron más tranquilos que el pasado año, aunque en el tramo final, sobre todo la última semana, las compras se han animado».

Para Salmerón es evidente que la población durante se ha multiplicado, aunque ha habido días en los que la afluencia a los comercios es más tranquila, como el caso de los viernes al coincidir con el popular mercadillo semanal. También las fuertes temperaturas han influido, provocando que la salida de personas a las calles se haya retrasado hasta últimas horas del día. Los augurios, a juzgar por lo visto ayer, «son buenos y espero que se confirme una recuperación con respecto al 2014».

En el otro sector motor de la economía local, el de la hostelería, la hoja de resultados es muy similar, aunque según el presidente de la Asociación Comarcal, José Antonio Lozano, la llegada del verano se ha afrontado mejor «por los buenos resultados que se dieron en el mes de junio», un mes en el que coincidió también la celebración del acontecimiento estrella del sector como son las Jornadas Gastronómicas Torrevieja y el mar, pioneras en la provincia.

Para Lozano, según lo que le comunican los asociados, los primeros quince días del mes de julio han seguido la línea del anterior «y se ha trabajado mejor que el pasado año», precisa, unos datos que han contrastado con la segunda quincena «donde todo parece haber estado más parado». Aún así resalta la mayor presencia de turistas belgas y franceses que han compensado la menor generación de demanda del mercado nacional del que el presidente hostelero dice que «todavía hay que cogerlo con pinzas», aunque señala que «la gente se ve, pero otra cosa es lo que gastan».

Lozano indicó que a instancias de la Concejalía de Turismo se ha pasado una encuesta a todos los profesionales de la asociación, a la que responderán en los próximos días y se conocerán sus resultados. Asimismo se mostró contrariado «con la campaña de acoso y derribo a Torrevieja que se está viendo en varios medios de televisión y sobre la que nos sentimos indefensos», un hecho que dijo puso en conocimiento esta semana con ocasión de su visita al nuevo secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, al que le expresó el malestar del sector por «el desprestigio que supone para la ciudad».