Bernat Sirvent
Martes, 4 de agosto 2015, 01:08
Las tormentas de pedrisco registradas en la tarde del viernes y, en algunos casos, durante la jornada del pasado sábado han dejado un reguero de destrucción en el agro provincial, por si no estuviera ya bastante castigado por la falta generalizada de lluvias durante los últimos dos años, los problemas estructurales de bajos precios en origen y el aumento de los costes de explotación. Una primera evaluación de daños formulada por la asociación Jóvenes Agricultores-Asaja de Alicante estima en un 70% la destrucción de las producciones en las parcelas de uva de vinificación, almendra, aceituna y fruta de verano en once municipios alicantinos.
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No solo el granizo del tamaño de huevos causaron en solo diez minutos destrozos abundantes en coches, infraestructuras agrarias, viviendas o plantaciones de Beneixama, el epicentro del último episodio de pedrisco registrado en la provincia. También se cebó con el sector agrícola de otros municipios del interior provincial: Villena, Camp de Mirra, Alfafara, Agres, Bocairent, Muro de Alcoi, Alcocer de Planes, Gaianes y Planes.
Ya una semana antes, concretamente el pasado 23 de julio, hubo un primer aviso con una tormenta corta pero intensa de pedrisco en Villena , El Pinós, El Mañán (Monóvar) y Biar. La Unió ya estimó entonces un 30% de pérdidas en el olivar de la zona y parte de los almendros y frutales, sin cuantificar.
Asaja eleva ahora la afectación tras las tormentas del pasado fin de semana. El presidente de la organización, Eladio Aniorte, asegura que no solo se han producido daños en infraestructuras agrícolas y almacenes, sino también en las cosechas y, lo que es más preocupante aún, en las plantas, en la madera de los árboles o plantas, lo que puede provocar mermas a futuro, en las próximas campañas.
Los daños en producciones de cultivos como la almendra, olivar, uva de vino y frutales (manzana, pera, ciruela, melocotón y paraguayo) superan el 70% de media en las parcelas visitadas por los técnicos de Jóvenes Agricultores. «Los beneficios para el campo han sido prácticamente nulos al tratarse de un granizo seco, que no ha dejado apenas agua», destaca la organización.
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Asaja recuerda que la fuerte tormenta empezó a última hora del viernes y durante el sábado por la mañana en Almansa y Yecla y se extendió poco después hacia la provincia de Alicante, en concreto a Villena, Camp de Mirra, Alfafara, Agres, Bocairent, Muro de Alcoi, Alcocer de Planes, Gaianes y Planes, Después la tormenta avanzó hacia la Vall d'Albaida, ya en Valencia.
De cinco centímetros
La piedra que descargó tenía cinco centímetros de diámetro y ha arrasado incluso maquinaria agrícola como tractores, tejados de almacenes agrícolas, caminos y, lo que es peor, la madera de los cultivos leñosos. «También la madera del árbol ha recibido fuertes incisiones y una fuerte defoliación, por lo que se teme que este capítulo de tormentas tendrá incidencia en próximas campañas», añade Asaja.
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La situación en los campos afectados es «desoladora», como la califica Asaja. «Se trata de uno de los pedriscos más agresivos que se recuerdan y urge restablecer las subvenciones al coste del seguro agrario por parte del Ministerio de Agricultura, pues desde que recortaron estas líneas de ayudas el nivel de aseguramiento ha bajado, la prima es excesivamente cara y, cuando vienen siniestros graves y extensos como estos ,observamos cómo muy pocos agricultores tienen cubiertos los daños y se quedan sin recibir apoyo alguno para hacer frente a las cuantiosas pérdidas», añade Aniorte.
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