Elena Cebrián: «Reabrir la batalla del agua ahora es un debate estéril y sin sentido»

La consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián, advierte de que reabrir la denominada «batalla del agua» es un debate «estéril» y ahora no tiene «ningún sentido» plantear este tipo de polémicas. Cebrián afirmó ayer que desde el principio ha dicho que desde su departamento quiere despolitizar el debate del agua y centrarse en una política hídrica dirigida a gestionar bien un recurso escaso con medidas de racionalización, mejora de infraestructuras y ahorro, y de uso más eficiente del agua.

La postura del PPCV, cuya presidenta, Isabel Bonig, ha anunciado la presentación en Les Corts de una Proposición No de Ley (PNL) para que todos los grupos políticos defiendan el Memorándum del trasvase Tajo-Segura y evitar, así, reabrir la «guerra del agua», pretende precisamente «reabrirla», según Cebrián.

«No tiene ningún sentido plantear polémicas ahora», dijo respecto al trasvase Tajo-Segura, un instrumento jurídico que «organiza y regula» el trasvase y que es fruto del acuerdo entre las comunidades autónomas afectadas y el Ministerio, y que da «garantía» de funcionamiento y de uso. La consellera instó al Partido Popular a, si realmente está preocupado por el bienestar de los valencianos, ponerse «al lado» del Consell en la defensa de una financiación «justa».

Sobre la intención del Gobierno de Castilla-La Mancha de recurrir el trasvase de 20 hectómetros cúbicos del Tajo al Segura aprobado por el Ejecutivo central, Cebrián dijo que lo que quiere ese gobierno es ver el estado de la situación y de la norma del trasvase. «Supongo que está revisando todas las cuestiones que tiene encima de la mesa», opinó la consellera, quien insiste en que no se ha confirmado por el momento la presentación del recurso.

Preguntada por las desalinizadoras, defendió que son instalaciones que hay que utilizar y que durante esta legislatura se pondrán en marcha las que todavía no han entrado en funcionamiento por cuestiones técnicas.

Pese a que reconoce que se trata de una tecnología cara, la consellera apostó por las desalinizadoras por ser una tecnología «puntera, del presente y del futuro», «muy eficiente» y que contribuye a garantizar el suministro de agua en «muchas» de las localidades valencianas. Las desalinizadoras, además, complementan el resto de la política y más en un contexto de «estrés hídrico» como el que se da en España y que es posible que se acentúe con el cambio climático.

«Tenemos que poner en marcha esta tecnología y dejar de poner impedimentos» para su puesta en funcionamiento, ha defendido la consellera, que ha lamentado la falta de «lealtad institucional» del gobierno del PP que puso «impedimentos prácticos o administrativos» para ello.Recordó que en 2012, debido a un falla geológica que impidió el trasvase Tajo-Segura, se tuvo que activar al 100 % una desalinizadora y el PP «reconoció» que hubiera sido «una irresponsabilidad no utilizar lo que tenían», y con ello se logró el abastecimiento de Alicante, Murcia y algunas localidades de Valencia.

Actualmente hay dos desalinizadoras que no están en funcionamiento en la provincia de Castellón (Oropesa y Moncofa), y otra en la de Alicante (Torrevieja), mientras que se encuentran en marcha la de Xàbia, Mutxamel y dos en Alicante ciudad.

Cebrián apuesta por una tecnología en la que las empresas españolas son competitivas y por ello son invitadas a grandes proyectos internacionales de desalinización. «Hay que mirar el futuro y aquello en lo que somos competitivos y que encaja en nuestro territorio y nuestra forma de gestionar el agua», reiteró.