La piscina de Vía Parque abrirá en octubre y asumirá los socios de la del Tossal, que cerrará

La piscina cubierta de la Vía Parque abrirá sus puertas después del puente de octubre y lo hará con gestión pública y personal municipal. Se trata, sin duda, de una buena noticia después de haber permanecido cerradas las instalaciones durante cuatro años sin haberse llegado nunca a utilizar desde que concluyeron las obras en verano de 2011.

La mala noticia, sin embargo, es que prácticamente al mismo tiempo que se abra la piscina de Vía parque tendrá que cerrarse la del complejo José Antonio Chicoy, es decir, las del Monte Tossal.

El Ayuntamiento ha decidido clausurar las instalaciones temporalmente debido a las graves deficiencias que se han detectado y que se recogen en un informe elaborado por técnicos de Atención Urbana en la pasada legislatura. Un informe que el alcalde, Gabriel Echávarri, califica de «demoledor».

Y es que se han encontrado daños estructurales de gran calado en la piscina cubierta, a los que hasta ahora no se les han puesto más que remedios temporales. En los últimos años, han sido frecuentes los cierres temporales de estas instalaciones durante dos o tres días para sellar grietas o realizar las reparaciones más urgentes.

Sin embargo, Echávarri explica que, según el informe al que han tenido acceso y que estaba «guardado en un cajón», hace falta una reforma de gran calado que costará más de 500.000 euros. Un dinero del que por el momento el Ayuntamiento no dispone.

Afortunadamente para los usuarios de este complejo, no se quedarán sin alternativa, aunque deberán desplazarse bastante lejos para aprovecharla. Y es que está previsto que antes de cerrar las instalaciones del Tossal se abran las de Vía Parque.

El equipo de gobierno tenía el compromiso de abrir estas instalaciones, ya que los tres grupos políticos que lo componen han protestado en más de una ocasión por el hecho de que se mantuviese cerrada cuatro años una piscina que costó 3,2 millones de euros, financiados con el Plan E.

También han sido muchas las protestas que han protagonizado los vecinos de la zona para exigir que se abriesen estas instalaciones.

La falta de personal y lo costoso del mantenimiento fueron los motivos esgrimidos por el anterior equipo de gobierno para no hacerlo.

De hecho, su intención era sacar a concurso la gestión de la piscina junto con la de la zona de recreo y de ejercicios situada al lado de la misma. Pero no llegó a sacar adelante la concesión privada.

Ahora, el tripartito ha decidido abrirla con gestión pública y personal municipal. Para ello tendrán que llevar al próximo Pleno, el de septiembre, un punto en el que se revoque otro acuerdo plenario en el que se decidió la gestión indirecta.

Mientras, ya se están realizando los trámites para ponerla a punto. Echávarri asegura que ponerla en funcionamiento solo le costará al Ayuntamiento poco más de 50.000 euros. «Hay que construir más vestuarios, limpiarla y arreglar algunos cristales, además del suministro de agua, pero está en bastante buen estado para el abandono que ha sufrido durante cuatro años», explica.

Se sacará un concurso para contratar las obras de adecentamiento y de construcción de vestuarios.

Por el momento, el coste no será mucho mayor que éste, dado que se trasladará personal de las instalaciones del Tossal, al igual que los usuarios que lo deseen.

No obstante, el alcalde asegura que su objetivo no es «sustituir una piscina por otra» y que lo que se pretende es reparar en cuanto se pueda la del Tossal y que funcionen las dos a pleno rendimiento.

No obstante, por el momento será la de Vía Parque la que funcione, tras cuatro años abandonada.

Las obras de esta piscina se adjudicaron en mayo de 2010 y la duración estimada de las obras era de siete meses, que finalmente se convirtieron en más de un año. La UTE adjudicataria pidió incrementar incluso más el plazo de ejecución, pero se lo denegaron para acabarlas cuanto antes. Sin embargo, una vez finalizadas, el Ayuntamiento se encontró con el problema de encontrar fondos y personal para ponerla en marcha. Un problema que no logró resolver en toda la pasada legislatura.