
Pedro López
Miércoles, 9 de septiembre 2015, 01:27
Una intensa tromba de agua colapsó ayer la ciudad de Alicante en apenas diez minutos, tiempo que necesitó la tormenta para descargar 23 litros por metro cuadrado y provocar inundaciones en calles y garajes. Las fortísima precipitación comenzó sobre las 14.20 horas y se prolongó veinte minutos más. Según la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunitat Valenciana (Aemet), en apenas media hora se recogieron en la capital 41 litros, una cifra que complicó la situación en un momento de gran intensidad de tráfico.
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A partir de las 15 horas prácticamente dejó de llover sobre la ciudad, pero el daño ya estaba hecho. Fuentes del Ayuntamiento de Alicante indicaron que los Bomberos realizaron unas sesenta salidas. Las intervenciones más repetidas fueron rescates y asistencias a conductores atrapados y peatones aislados por la lluvia, caída de árboles, toldos, inundaciones de locales y sótanos. Además, se produjeron cortocircuitos eléctricos por el agua, lo que provocó un pequeño incendio en un transformador sin mayor importancia.
Los efectivos de seguridad actuaron en la calle Jávea, donde tuvieron que rescatar a una familia a la que se le había caído una parte del tejado de su vivienda sin causar heridos. También se desplazaron a la calle Creta, en Villafranqueza, para realojar a una familia con 4 hijos después de que cayera el tejado de la vivienda, también sin daños personales.
Las zonas más afectadas fueron las del sur de la ciudad (Juan Bautista Lafora, calle Méjico, avenida de Elche...), San Blas (desde el Puente Rojo hasta San Juan Bautista) y la Gran Vía. En una urbanización de la calle Benassau, en el barrio de San Blas, se inundaron tres sótanos y varios vecinos tuvieron que despejar en la calle Santo Domingo «un gran imbornal taponado por maleza arrastrada por la lluvia», según comentó ayer Francisco Algar. A las cinco de la tarde todavía trabajaba con otros vecinos achicando agua y retirando la maleza, barro y basura del imbornal. La acumulación de agua provocó que bajos y garajes se inundaran, como ocurrió en el número 42 de la citada vía, a la altura del paso a nivel. El agua inundó totalmente la planta 3 del aparcamiento subterráneo y llegó a la mitad en el nivel 2, afectando a vehículos y trasteros.
Los efectos de la fuerte lluvia se dejaron notar también en la Línea 2 del TRAM, que permaneció cortada durante 50 minutos. Fuentes de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) informaron de que el corte comenzó a las 14.30 horas a causa de la acumulación de agua en algunos puntos y de las dificultades de visibilidad. El resto de líneas operaron con normalidad a excepción de la 4, que circula por la Playa de San Juan, donde se produjeron «retrasos mínimos» por la copiosa lluvia.
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En todo el centro de Alicante hubo muchas complicaciones en la circulación durante los minutos en los que la tormenta descargó con más fuerza, registrándose atascos en numerosos puntos. En algunas zonas el alcantarillado no dio abasto, por lo que saltaron algunas trapas, aunque en general la red de aguas pluviales funcionó a la perfección y a los pocos minutos de concluir el episodio tormentoso la normalidad era prácticamente absoluta.
Otra zona que se vio afectada por la lluvia fue la playa de La Albufereta, donde la fuerza del agua volvió a arrastrar buena parte de la arena, aunque sin causar otros daños materiales.
Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la UA, explicó ayer que «el episodio se ha debido a la formación de un gran núcleo de tormenta, muy activo, originada a las 13.00 horas sobre los relieves del Maigmó, Peña Roja y Carrasqueta».
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Según Olcina, «en superficie ha entrado el flujo húmedo del Mediterráneo, que al estar tan caliente en esta época, ha favorecido la formación de la enorme tormenta. En estos casos descarga lluvia, con viento racheado (es lo que se denomina un frente de tormenta o de supercélula) e incluso granizo. Todos estos fenómenos se han producido en esta ocasión».
En opinión del experto, «la causa última ha sido la presencia de aire frío en las capas altas de la atmósfera sobre el Mediterráneo. Y la gran transferencia de vapor de agua del mar Mediterráneo que está a 27º C», aunque aclara que «no ha sido una situación típica de gota fría. En ese caso, las cantidades y el tiempo de lluvia intensa habría sido mayor».
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Por su parte, desde Aemet explicaron ayer que «del rastro que han dejado los rayos que han acompañado a la 'cortina' de agua se deduce que la trayectoria de la tormenta ha sido de norte a sur, y que se ha internado en el mar Mediterráneo».
De hecho, antes de descargar con fuerza en la ciudad de Alicante, la tormenta también dejó cantidades muy importantes en otras localidades como Mutxamel, que acumuló 50,4, y Torrevieja, donde se recogieron 41 litros y donde también cayó granizo. En el embalse de Amadorio cayeron 19.8 litros y en Pego 14,6.
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Se trata de la cuarta jornada de lluvias en la provincia de Alicante, que ha causado diversos problemas por precipitaciones muy copiosas en un breve periodo de tiempo en localidades costeras como Torrevieja, Orihuela, Dénia, Altea y Benidorm.
Pese a estas trombas en algunas zonas del litoral, los sindicatos agrarios coinciden en que la lluvia ha repercutido positivamente y permitirá ahorrar un riego al sector agrario de la provincia, con registros en torno a los 60 litros por metro cuadrado, según comarcas.
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