Todos los partidos se unen para reclamar una mejora de la financiación

Y al día 70 llegó el primer acuerdo. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, arrancó ayer a los portavoces de todos los partidos con representación en Les Corts el sí a los 'Pactos de la Generalitat' que comenzó a promover meses antes de la campaña electoral. Se trata de dejar de lado el signo político que defiende cada formación para unir fuerzas de cara a reclamar al Gobierno central una reforma inmediata del modelo de financiación, además de reclamar la deuda histórica y un nivel de inversiones territorializadas acorde a la población de la Comunitat. En esos tres ejes se basará el documento que ayer el presidente planteó a la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, a la líder de Ciudadanos, Carolina Punset, al portavoz de Podemos, Antonio Montiel, y a los síndics de los dos partidos que conforman el Consell, Fran Ferri (Compromís) y Manolo Mata. Y contra todo pronóstico, Puig recibió ayer el sí de todos los partidos de la oposición, incluido el PP.

La presidenta de los populares de la Comunitat, Isabel Bonig, incluso se adelantó a la proposición del jefe del Consell y antes de su encuentro, registró en el Palau un ofrecimiento de acuerdo para que ambos partidos asumieran y lideraran la tarea de reclamar al Ejecutivo central una respuesta a la infrafinanciación valenciana. Según Bonig, se trata de «dignificar el ejercicio de la política y recuperar la credibilidad y la confianza de los ciudadanos en sus representantes políticos». Aunque la oferta de Bonig se circunscribió a PP y PSPV, porque considera que los únicos partidos con posibilidad de gobernar en España son los grandes, en el gran acuerdo estarán todas las fuerzas políticas. El frente común que propone Bonig establece que los dos principales partidos se comprometen a reclamar al nuevo gobierno que emane de las urnas tras las generales la llegada de un reparto de fondos justo y equitativo, sea quien sea el próximo inquilino de Moncloa. Y según Bonig, el presidente Puig se mostró conforme con la oferta, a la que logró adherir después al resto.

Aunque el jefe del Consell ya está redactando su propio manifiesto que pondrá letra a la música que ha hecho sonar desde que una mañana de febrero, allá por febrero de 2014, explicara sus planes en un desayuno que supuso su presentación en sociedad antes incluso de ser candidato a la presidencia de la Generalitat. Con Alfredo Pérez Rubalcaba como testigo entonces, acuñó por primera vez sus famosos 'Pactos de la Generalitat'. Unos acuerdos a los que ayer consiguió sumar, o al menos, convencer para que lo apoyen, a todos los partidos. Pero pronto lo presentará también a otras formaciones como EU o UPyD, que se quedaron sin representación en Les Corts tras las pasadas autonómicas. El acuerdo también se planteará a empresarios, patronales y representantes de la sociedad civil que, a priori, ya han mostrado su disposición a que los partidos políticos dieran el primer paso para reclamar de manera conjunta lo que corresponde a la Comunitat. Los empresarios, sin ir más lejos, ya trataron sin éxito de reunirse con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para plantearle la situación. Ahora, Puig busca un gran pacto de todos que pueda forzar al nuevo Gobierno a resolver de inmediato no sólo el problema de infrafinanciación, sino pedir un adecuado reparto de inversiones y reclamar la deuda histórica que ha generado ese desequilibrio. Y ahí es donde uno de los firmantes, Ciudadanos, podría poner un pero.

La líder del partido de Rivera en la Comunitat, Carolina Punset, mostró su apoyo al pacto para reclamar una mejora de la financiación, pero también defendió una revisión del modelo para que sea «justo y equitativo» para todos los españoles y acabe con los privilegios de regiones como el País Vasco o Navarra. La portavoz de esta formación en Les Corts, Carolina Punset, señaló que lo primero que debe hacerse es calcular lo que cuestan la sanidad, la educación y las políticas sociales y una vez hecho eso, repartir los recursos de forma equitativa entre todos los ciudadanos «sin privilegios». Es decir, hablar del todo. Ciudadanos, además, siempre se ha mostrado en contra de reclamar la deuda histórica, algo que sí estará plasmado en el documento.

Por su parte, Podemos también dio su apoyo a establecer un acuerdo para reclamar una financiación justa, pero planteó que ese dinero vaya destinado principalmente a la inversión social y a contribuir a la recomposición del modelo productivo, a través de la inversión en innovación. «Hemos mostrado nuestra disposición a acompañarle en la reclamación de la financiación», dijo su portavoz parlamentario, Antonio Montiel, quien explicó que siempre que las acciones del Consell caminen en la dirección marcada por el Acuerdo del Botánico, el president contará con el apoyo de Podemos.

Desde Compromís, socio de Gobierno de los socialistas, coinciden «plenamente» con la propuesta del Gobierno valenciano, así como con el diagnóstico en la situación en que se encuentra la Comunitat y con el plan de acción planteado, que contempla abrir la vía judicial en caso de que el Gobierno se niegue a abordar la reforma. El portavoz parlamentario de la coalición, Fran Ferri, aseguró que la Comunitat es una «anomalía democrática» pues siendo una comunidad «más pobre que la media», paga como si fuera rica.

El portavoz del PSPV, Manuel Mata, valoró que todas las fuerzas políticas valencianas coincidieran en el diagnóstico sobre la infrafinanciación y consideró que a partir de ahí será más fácil encontrar soluciones.