Los comerciantes tendrán más peso en el Consejo Local en plena guerra con Ikea

El alcalde de Alicante y concejal de Comercio, Mercados y Consumo, Gabriel Echávarri, ha decidido aumentar el número de asociaciones de comerciantes presentes en el Consejo Local de Comercio, según informaron ayer fuentes municipales. Además, el regidor también quiere incluir a los sindicatos y así lo pedirá en la primera reunión, que tendrá lugar el 19 de octubre. Este órgano, creado por la exedil popular Belén González, deberá dictaminar sobre la implantación de Ikea en la ciudad en plena guerra entre la multinacional sueca y el Consistorio.

Las asociaciones de comerciantes presentes a partir de ahora son Corazón de Alicante; Pla Carolinas; Concesionarios de Mercados Municipales; Conde Lumiares, Pintor Baeza y adyacentes (Copibad); Cepyme Alicante y Más que Centro. Con ellos hay representantes de todos los partidos políticos presentes en el Pleno y de otros sectores como la gran distribución, supermercados y hostelería, además de la Dirección General de Comercio y la Universidad de Alicante.

El Consistorio explicaba en una nota de prensa que Echávarri «ha decidido que sean seis los colectivos que estén presentes para aumentar la opinión del sector del comercio».

La última palabra sobre la posición municipal respecto a la implantación de la multinacional sueca del mueble la tendrá este Consejo Local de Comercio, según ha manifestado siempre el alcalde. El hecho de que las asociaciones de comerciantes y sindicatos tengan más peso inclina aún más su decisión contraria al macrocentro presente en el proyecto, que ya rechazó el Consejo Local en las alegaciones.

Los últimos informes avalados por este organismo, que sirvieron de alegaciones municipales a la Actuación Territorial Estratégica (ATE) que ahora mismo tramita la Conselleria, ponían de relevancia el «gran desequilibrio comercial» que supondría la aprobación de la ATE, pues los metros de suelo comercial planteados en esta zona «suponen aproximadamente un 74% del suelo comercial existente en la ciudad».

La opinión del Ayuntamiento quedó en que la ATE, tal y como está planteada, provocará la «desertización» de los centros comerciales urbanos y provocará un profundo «desequilibrio entre el comercio urbano de la ciudad y el de la periferia». El informe concluye que la ATE es «un ataque directo al modelo de ciudad» ya que «vaciará de comercio y vida el centro y los barrios», en plena coordinación con las asociaciones.

Esto choca frontalmente con la postura de Ikea. Los representantes de la multinacional plantearon el jueves un ultimátum a la ciudad en el que se negaban a otra ubicación que no fuera Rabasa ni a reducir la superficie comercial prevista en la ATE, según explicó el portavoz de Ciudadanos, José Luis Cifuentes, con quien se reunieron tras dejar plantado al tripartito. Por tanto, el choque parece inevitable.

Solo queda que las negociaciones de última hora reconduzcan una situación que parece encallarse estrepitosamente. El nuevo Consejo Local de Comercio se reunirá el miércoles 19 de octubre y, para entonces, el Ayuntamiento espera llevar novedades sobre Ikea.