Piden 76 años de cárcel para una red que traficaba en la Foia de Castalla

Los investigadores sospecharon del elevado nivel de vida que llevaban casi una veintena de personas en el entorno de la Foia de Castalla, entre otras cosas, porque carecían de trabajo. Fue así como la Guardia Civil, tras años de pesquisas, dio al traste con el imperio levantado por una red de narcotraficantes en la comarca, erigido principalmente por dos de los acusados que en los próximos días tendrán que sentarse en el banquillo de la Audiencia Provincial para responder por supuestamente organizar un entramado de adquisición, cultivo, distribución y venta de droga.

Por los delitos contra la salud pública, tenencia ilícita de armas y pertenecía a grupo criminal, el Ministerio Fiscal reclama para los 16 miembros de la banda imputados penas que van desde los tres hasta los 8 años y medio de prisión y que sumadas alcanzan los 76 años y 9 meses entre rejas, tal y como recoge en su escrito de calificación. Además, los presuntos narcotraficantes deberán abonar un montante total de 181.440 euros en concepto de multas en el caso de ser condenados.

La red se asentaba bajo la organización de dos de los acusados -D.F.C., alias 'Coli', y D.G.M., conocido como 'Terry'-, según se desprende de la investigación llevada a cabo por el instituto armado. El equipo de la policía judicial inició las pesquisas en 2009 y no sería hasta dos años después, en 2011, cuando pudo lanzar la operación 'Colina', en la que se apresó a los presuntos traficantes y a sus compinches en los once registros domiciliarios que se practicaron.

Los agentes tuvieron que desplegarse por toda la comarca, pues los cabecillas contaban con domicilios en Castalla, Ibi, Onil, Banyeres de Mariola e, incluso, en Alcoy, para llevar a cabo su ilícito negocio, como recoge el fiscal responsable del caso en su escrito. Por ello, el operativo se desarrolló en tres fases. En la primera, desarrollada el 31 de agosto y el 2 de septiembre de 2011, cayeron los presuntos jefes de la organización. La segunda fue el 12 de septiembre y la tercera, los días 26 y 29 de septiembre.

Los sospechosos, de nacionalidad española y con edades comprendidas entre los 25 y los 52 años, empleaban en sus comunicaciones un leguaje con el que no se pudiese identificar que acordaban operaciones de compraventa de la droga en caso de que les estuvieran vigilando. Así, los investigadores registraron todo un glosario de palabras y expresiones como «montar un armario», «jamón de pata negra», «rubia bollera», «gallinas» o «pasar por caja» como sinónimo de cantidades y sustancias estupefacientes.

Los apresados mantenían un intenso intercambio de comunicaciones en los que trataban de guardar las apariencias, ya que algunos de ellos ya habían sido arrestados con anterioridad y trataban de no referirse a las drogas como tales.

Los agentes de la Benemérita se hicieron con 701 gramos de cocaína; 336 gramos de MDMA-cristal; 782 gramos de hachís; 20 unidades de éxtasis; 119 plantas de marihuana y 437 gramos de esta sustancia en cogollos; 10 unidades de anabolizante; 86 gramos de setas alucinógenas, y 139 barras con un peso de 4.170 gramos de chocolatinas de setas alucinógenas.

También se intervinieron siete vehículos, una motocicleta, 23 teléfonos móviles, ocho relojes de alta gama, material informático y varios armarios para el cultivo de la marihuana, a lo que hay que añadir una gran cantidad de útiles para distribuir la droga como balanzas así como sustancias para cortar la mercancía.