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Rafael Betoret, ayer, a su entrada al Tribunal Superior de Justicia.

Rafael Betoret apunta a Milagrosa Martínez: «Seguí sus instrucciones»

El exjefe de gabinete de Turismo asegura que se conformó en la causa de los trajes porque se lo pidió Camps

M. HORTELANO

Martes, 22 de septiembre 2015, 02:15

El exjefe de gabinete de la Conselleria de Turismo Rafael Betoret está en una situación judicial complicada. No sólo porque varios de sus compañeros de banquillo han apuntado directamente a él durante las declaraciones que se suceden en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV) como responsable de modificar los pliegos para beneficiar a la trama Gürtel en la adjudicación de Fitur. Betoret es también el único de los acusados que, además, ya aceptó la conformidad y, por tanto, la condición de condenado, en el caso de los trajes en 2012, por lo que asumió una multa de 9.600 euros y acabó devolviendo una retahíla de prendas de vestir.

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Ayer, el exjefe de gabinete de Turismo pasó a la acción y responsabilizó a su entonces jefa, la exconsellera Milagrosa Martínez de todas las decisiones que se adoptaron para adjudicar los stands de la Feria de Turismo en los años investigados. «Hice todo siempre siguiendo las instrucciones de la consellera. Todo se despachaba con ella. Nunca hice nada sin que ella lo supiera. Se lo comunicaba todo previamente», dijo a preguntas de la Fiscalía Anticorrupción, que pide para él 11 años de prisión y 28 de inhabilitación como cargo público por malversación continuada, falsedad de documental y prevaricación.

Tanto la exresponsable de Ferias de la Agencia Valenciana de Turismo, Ana Grau (también acusada), como el exresponsable de Promoción institucional, Jorge Guarro (compañero de banquillo) apuntaron en sus declaraciones ante el juez a Betoret como la persona que pidió hacer los cambios en los pliegos de Fitur para primar el diseño, un criterio subjetivo. La trama, según se desveló durante la instrucción en un informe de la Udef, recibió información de los pliegos de Fitur 2005 antes incluso de que se convocara el concurso. Justo en la época en la que ayer Betoret dijo haber conocido a uno de los cabecillas y responsable de Orange Market, la empresa organizadora, Álvaro Pérez 'El Bigotes'. «La consellera me dijo que lo recibiera. Vino con intención de presentar su empresa para colaborar con la AVT en octubre». Sólo un mes después, una de las secretarias del grupo Correa ya había recibido un mail con los pliegos, que posteriormente fue modificado para darle aspecto de legalidad hasta en catorce ocasiones, según se desprendió del registro del ordenador de una de las acusadas, Ana Grau.

Betoret aseguró ayer que no le facilitó los pliegos a la empresa de Pérez con anterioridad, aunque sí le mostró los planos del nuevo pabellón que iba a acoger el stand de la Comunitat ese año. Después, asegura que ya sólo lo vio una vez adjudicado el contrato e incluso compartieron comida con la consellera porque Martínez no lo conocía. Sin embargo, en su interrogatorio, el responsable de Orange Market había puesto fecha distinta a la primera vez que habló con la exconsellera, en una carrera de la Vuelta ciclista. ¿Cómo es su relación con el señor Pérez? le preguntó la fiscal. «Cordial. No somos amigos del alma», respondió Betoret en un claro guiño al ya famoso «Amiguito del alma» que le profirió Camps a Pérez en una conversación telefónica. Y ahí comenzó su venganza.

Betoret dice que hasta 2007 no vinculó a 'El Bigotes' con el grupo Correa, durante una comida en Madrid con empresarios. Sin embargo, la fiscal se encargó de recordarle la sentencia de conformidad en la que había aceptado la culpabilidad por haber recibido trajes y regalos por parte de la trama. «Se los entregaron y usted los aceptó», decía la condena, le recordó el Ministerio Público. Y ahí se revolvió. «Me conformé porque quería evitarme esto. Era más barato pagar la multa que todo el juicio», dijo. «Me engañaron vilmente. Yo nunca me hubiera conformado, pero me dijeron que era un acuerdo a cuatro partes» (y buscó el asentimiento del juez Juan Climent, ahora en el tribunal de Fitur y entonces presidente del jurado en el juicio de los trajes). «El presidente Camps personalmente me dijo que firmara», explicó. Betoret fue, junto con Víctor Campos, una de las dos personas que aceptaron la culpabilidad en una causa en la que había otros dos acusados, Ricardo Costa y Francisco Camps, que prefirieron ir a juicio y salieron absueltos. «Mire si me engañaron que tuve que entregar prendas de vestir que eran mías y cortarles la etiqueta para que parecieran de Milano (la marca de la que eran los presuntos regalos)». Hoy es el turno de la exconsellera Milagrosa Martínez.

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