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Esther Brotons
Martes, 29 de septiembre 2015, 01:43
Los colegios públicos de la provincia, participantes en el proyecto experimental de aulas de 2 años, deberán baremar los datos aportados por las familias aspirantes a escolarizar a sus hijos. La razón es que han recibido más solicitudes que plazas disponibles. Una media de cada dos familias competirán por un puesto.
En la Conselleria de Educación están satisfechos con el arranque del proyecto. Su titular, Vicent Marzà, destacó ayer que prácticamente todos los centros que han ofertado plazas «han tenido más demanda que oferta». «Hemos tenido una avalancha de peticiones», aseveró el conseller.
Los datos aportados por Educación muestran la buena acogida en la provincia, en la que participan 14 centros con 252 vacantes (un máximo de 18 alumnos por aula). En total se han recibido 538 solicitudes, solo un poco menos que en Valencia (558 familias) y más que en Castellón (465). Los centros no podrán dar cabida a todos los niños y 286 se quedarán fuera.
A partir de hoy comienza el proceso de resolución de la admisión y el consejo escolar del centro baremará las solicitudes hasta el 30 de septiembre, con la publicación del listado provisional de admitidos el 1 de octubre en el tablón de anuncios de cada colegio. Los días 1 y 2 se podrá alegar y el 5 de octubre se publicará el listado definitivo de los admitidos. Se dará tres días para hacer la matrícula y las clases comenzarán el 13.
Preguntado sobre las críticas de la patronal privada de escuelas infantiles y las cooperativas que cuestionan el proyecto, Marzà manifestó «entender» las dudas por lo novedoso de la iniciativa, «posiblemente por desconocimiento» de la misma. Sin embargo, volvió a defender que la propuesta es «favorable pedagógicamente», y que se están realizando reuniones de formación en los centros que participan en este proyecto, «que va más allá de lo que entendíamos hasta ahora en infantil» con un material nuevo y aulas diferentes.
Del mismo modo, el conseller insistió en que la apuesta pedagógica es «potente» e «innovadora», que será complementaria a la oferta actual, y que está dirigida a familias que no pueden acceder a la escuela privada pero tampoco a la pública por falta de oferta de plazas.
«Queremos crear una red con las que ya hay para dar esa oferta complementaria y se pueda llegar a todo el mundo con indicadores de impacto para ver cómo está funcionando municipio por municipio», aseveró. El titular defendió asimismo que esta propuesta «no pone en peligro los puestos de trabajo» de los educadores infantiles, y que la Conselleria de Educación está hablando con todos los sectores y «dando soluciones». El secretario autonómico, Miguel Soler, se reunió ayer con la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada (ACADE), esta semana también lo hará con la Unió de Cooperatives d'Ensenyament Valencianes y está previsto un encuentro con educadores.
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