El Ministerio revela que Tajo, Duero y Ebro tienen agua de sobra para sus consumos

El Consejo Nacional del Agua certificará hoy que las cuencas del Segura y del Júcar sufren una escasez estructural, un problema que también se produce en determinadas zonas de las demarcaciones del Guadalquivir y del Guadiana. En el resto de cuencas, en especial las del Tajo, Ebro y Duero, sus recursos son muy superiores a los usos y demandas, según figura en el informe elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente sobre los diez planes de cuenca para el periodo 2015-2021 que serán aprobados hoy en una sesión que presidirá la ministra Isabel García Tejerina.

El mapa del agua en España para los próximos seis años identifica las cuencas que tienen recursos de sobra y aquellas otras que carecen de agua para cubrir sus demandas, principalmente la del Segura. El informe oficial de síntesis al que ha tenido acceso 'La Verdad' destaca asimismo que la solución a la escasez en el Sureste y el Levante, principalmente, «deberá ser ofrecida en el ámbito de la planificación hidrológica nacional». Añade que en este nuevo periodo de planificación no se modificará el régimen de transferencias vigente, entre ellas el acueducto Tajo-Segura, porque los planes de cuenca no tienen potestad para ello, sino que se regulan a través del Plan Hidrológico Nacional.

Los datos aportados por las diferentes demarcaciones indican que los recursos totales de la cuenca el Tajo triplican a sus demandas urbanas, agrarias e industriales. Lo mismo sucede con Duero. En cuanto al Ebro, sus recursos casi duplican a sus demandas totales, según se refleja en el informe del Ministerio que será sometido a la aprobación de más de un centenar de representantes de organismos públicos, regantes, empresarios y ecologistas.

En este balance no están incluidos los caudales ambientales; un punto sobre el que existen fuertes discrepancias entre las cifras aprobadas en los respectivos planes de cuenca y las que proponen las organizaciones ecologistas y otros colectivos que consideran prioritario incrementar dichos caudales.

Déficit y excedente, un tabú

El documento no menciona problemas de escasez en el Ebro, como sucedió en el plan anterior. Apunta que hay ligeras variaciones, por criterios de cálculo, entre el primer y segundo ciclo de planificación, aunque las grandes cifras se mantienen, excepto en el caso del Guadalquivir. El informe no menciona en ningún momento los términos 'deficitario' ni 'excedentario', para referirse a las demarcaciones, pero señala y compara los regímenes de aportaciones y de consumos en el cómputo de seis años. En el escenario más riguroso -la serie corta que calcula la media de aportaciones a partir del año 1980- se muestra que hay recursos sobrados para atender las demandas propias del Tajo, Ebro y Duero. Sin embargo, destaca que en el Segura, Júcar, Guadalquivir y Guadiana sus recursos hídricos propios «no pueden resolver la atención de las demandas de agua reconocidas ni la satisfacción de los derechos concedidos».

En concreto, el informe recalca que las demarcaciones de Ceuta, Melilla, y en especial del Segura, «utilizan más agua que la proporcionada por sus propios recursos naturales convencionales, puesto que como es sabido cuentan con recursos no convencionales, y en el caso del Segura, con recursos trasvasados de otras cuencas».

Añade que la cuenca del Júcar está en una situación «de muy delicado equilibrio, mientras que el resto de demarcaciones se concentra en la zona en torno al 50%, lo que no es incompatible como la evidencia demuestra, con la existencia de problemas concretos identificables».

El Ministerio considera que se ha avanzado en la fijación de los caudales mínimos, incorporando más masas de agua. Deja para la revisión del Plan Hidrológico Nacional la solución a los «problemas de escasez estructural» en el Segura y el Júcar. Asimismo, señala que hay que solucionar la integración de las plantas desaladoras como fuentes de recursos no convencionales, en particular en el Segura y el Júcar.

Rechazo ecologista

Diez organizaciones ambientales y ciudadanas señalaron ayer que los planes que cuenca que se pretenden aprobar hoy en bloque «suponen un duro golpe para la sociedad. Al olvidar el cuidado y la recuperación de los ríos, los humedales y los acuíferos subterráneos, los planes ponen en riesgo la disponibilidad de agua en cantidad y calidad, tanto en el momento actual como en el futuro», señalaron en un comunicado.

Solicitan a la ministra que no apruebe la versión actual de los planes, porque incumplen la Directiva Marco del Agua de la UE, ponen en riesgo la asignación de fondos europeos a nuestro país si no siguen las recomendaciones de la Comisión Europea, y suponen un peligro para los servicios vitales que los ecosistemas acuáticos sanos prestan a la sociedad.