De vuelta al aula superados los 50

Tienen ganas de aprender, de sentirse útiles, de relacionarse y superar la soledad tras su jubilación. Una encuesta realizada a centros de mayores en la provincia -hoy se celebra el Día Internacional del colectivo- muestra las necesidades de formación que tienen.

Un 88% reconocen que el aprendizaje en la edad adulta es importante y está interesado en participar. Sin embargo, también se encuentran con barreras. Un 27,18% tiene problemas personales, el 32,14% de salud que se lo impiden; un 35,71% falta de un servicio de transporte apropiado, el 35% encuentra demasiada distancia respecto al centro formativo, el 14,29% está al cargo del cuidado de familiares y un 10,71%, falta de tiempo. Estos son los argumentos que les excluyen.

Los datos del estudio se han presentado en la Universidad de Alicante con motivo de la reunión del Proyecto de la Red Educativa Senior EduSenNet, donde han participado durante tres días 40 investigadores de instituciones educativas de Eslovaquia, Alemania, República Checa, Holanda, Suecia, Reino Unido y España, así como profesores y alumnos. ¿El objetivo? Analizar las posibles innovaciones en formación para lo mayores, cómo emprenderlas y llegar a todos sus destinatarios.

La encuesta ha sido realizada por la Universidad Permanente de la UA (UPUA). Su autora y coordinadora del grupo de investigación de Alicante en el proyecto EduSenNet, Concha Bru, destaca los cambios demográficos que se están produciendo por el incremento de la esperanza de vida. Unos cambios que están desplazando el concepto de vejez por un nuevo término, «la gerontolescencia». Acuñado por el que fuera durante 14 años responsable del programa de envejecimiento de la OMS, Alexandre Kalache, hace referencia a la transición entre la edad adulta y la vejez. Una etapa de plenitud vital superados los 65 años, donde aún no se han perdido las facultades para mantenerse activo. «Los mayores reclaman el derecho a redefinirse e identificarse en el siglo XXI como mayores que se reconocen por encima de todo convencionalismo, como personas activas, útiles protagonistas de su tiempo», resalta Bru.

Materias que buscan

En esta reunión internacional -es el segundo de los encuentros del proyecto EduSenNet que se celebra y la UA es socia- se están identificado las necesidades de los estudiantes mayores de 50 años y las condiciones en las que aprenden.

Según la también directora de la UPUA, «ahora estamos en la fase de identificación del ambiente formativo, dato que puede ayudarnos a innovar el programa no solo en las ciudades sino también en determinadas comunidades de las áreas rurales y de los municipios pequeños». A través de la recopilación e intercambio de información y mejorando el uso que se hace de todas las experiencias educativas, se están llevando a cabo investigaciones pedagógicas sobre este aprendizaje para, según la directora, «dar respuesta a estos nuevos mayores gerontolescentes que reclaman disfrutar de diversas opciones de aprendizaje que se adecuen a su actual etapa vital y a sus expectativas y necesidades».

¿Cuáles son las motivaciones y las dificultades que se encuentran los alicantinos? La encuesta se realizó en hogares de jubilados, casas y centros regionales, centros sociales comunitarios municipales, de atención preventiva, residencias de la tercera edad y de día y asociaciones de vecinos y amas de casa.

La mayoría tiene estudios Primarios (34,95%) y Secundarios (27,18), más del a mitad viven en su casa o en apartamentos con la familia, el 25% en residencias y casi un 20%, solos. Un 25,24% de los encuestados reconocen que tienen problemas de salud que les dificultan seguir o poder realizar una formación.

La razón principal por la que quieren participar es «descubrir cosas y obtener nueva información» (66%), conocer gente y mejorar el contacto social (58%), ser más activo (48,54%), mejorar la calidad de vida en la jubilación (33%) y otro de los motivos es superar la soledad (19,4%), encontrando en estas actividades «una buena razón para salir de casa para muchas personas mayores, que se obligan de este modo a cuidarse, a salir, pasear y convivir con otros compañeros».

Más de la mitad desconocen qué son las universidades de la tercer edad y la mayoría de la información les llega a través de familiares y amigos, aunque en un 26% ya es por internet. Sobre la formación que les gustaría recibir es muy amplía. Destaca la cultural y relacionada con humanidades (literatura, poesía, pintura y dibujo, aprender a leer y escribir correctamente, teatro y cine, etc); idiomas, nuevas tecnologías y ciencias de la salud (actividad física, taichi, nutrición...); temas sociales y de actualidad (sociología, economía y gestión de ocio), agricultura ecológica, Medio Ambiente, talleres de meditación, pero también de manualidades, costura, cocina, cosmética, bailes y juegos.