Urgente El Cupón Diario de la ONCE del lunes entrega un premio de 500.000 euros a un único afortunado
Manuel Alcaraz en una de las salas del Palacio de las Brujas de Alicante. :: álex domínguez

«Aceptaría turrón en Navidad pero una pastilla, no una caja»

conseller de Transparencia

Bernat Sirvent

Domingo, 4 de octubre 2015, 00:32

Hace un cuarto de siglo, en su etapa como diputado nacional de IU, se significó por ser el parlamentario con más preguntas escritas al Gobierno de la Carrera de San Jerónimo. Ahora, se reúne a diario con todo tipo de colectivos, incluso los fiscales, para divulgar las excelencias de la transparencia política.

Publicidad

-¿Aceptaría un cajón de turrón de Jijona o vino del Vinalopó si se lo regalan en Navidad?

-(Risas) Dependería del contexto. Probablemente, si es un cajón no. Si es una pastilla de turrón o una botella de vino, seguramente sí. De los regalos no se puede hacer demagogia. Son usos sociales que expresan una relación fluida en la sociedad. Lo que sí haría, en cualquier caso, es registrar quién regala y el precio, si lo supiera. Además exigiría cierta publicidad, que hubiera testigos.

-¿Eso mismo deberían hacer todos los miembros del primer y segundo escalón del Consell?

-Deberían y deberán hacerlo cuando se apruebe una norma en la que trabajamos, el Código de Buen Gobierno y cuyo anteproyecto está acabo. Confío que para Navidad esté aprobado. Se regulan aspectos como estos. Ya se refirió a ello hace unos días la vicepresidenta Mónica Oltra. Ya existe en la Ley de Transparencia. Lo que hacemos es regularizar el instrumento, que será el Portal de Transparencia. Funcionará en quince días y ya habrá un apartado de información. Este portal informará de manera activa, con independencia de lo que pida el ciudadano a las consellerias, de 42 puntos o cosas. Una son los regalos de altos cargos de la Generalitat.

-En Les Corts anunció hace unos días una ley contra las 'puertas giratorias'. ¿A corto plazo?

-No. Anuncié un amplio paquete de propuestas. Ésta ha concitado más interés por la razón que sea. Pero hablé de otras leyes: de iniciativa legislativa popular, de participación y defensa del derecho a asociación, reformar la ley de cooperación, ley electoral, referéndum y consultas populares. Otra de responsabilidad social. Yo entiendo que llame más la atención el tema de actualidad de 'puertas giratorias'. Pero no es la más prioritaria. La legislatura está prácticamente inédita. No existe una calendarización sobre estas leyes. Estamos trabajando esencialmente sobre el desarrollo reglamentario de la Ley de Transparencia. Son cuatro reglamentos. No tienen la solemnidad de una ley, pero sí la complejidad en su elaboración. Además, es posible que los grupos parlamentarios presenten proposiciones de ley que tengan que ver con estas materias. Nos pondremos a redactar la ley de 'puertas giratorias' o Estatuto de Altos Cargos dentro de un año, empezando a redactarla. Los asesores de la Conselleria ya están en fase preliminar de recopilar información sobre Derecho Comparado. Hay que verlo todo bien, porque podría haber normas del Estado que impidan algunos aspectos legales.

-¿Es partidario de que un alcalde o edil sea diputado autonómico?

-No. Soy partidario de que rija un principio de incompatibilidad absoluta entre las diversas funciones políticas. Es una opinión personal mía. En mi partido hay varios casos de estos y funcionan bien. Como principio general, lo deseable sería eso.

Publicidad

-Una Agencia Antifraude suena a Fiscalía Anticorrupción.

-Tiene otras funciones. La Fiscalía actúa cuando existe apariencia de delito. Como el Síndic de Comptes tiene que vigilar sistemáticamente la buena ejecución presupuestaria. Está por definir el modelo. Pero nos referimos al modelo catalán. Tiene la facilidad de acceso de muchísimas personas como funcionarios que conozcan comportamientos desviados. Debe contar con personas capacitadas para denunciar investigaciones preliminares que pueden desembocar en nada o recomendación concreta a Ayuntamiento o Conselleria o derivar en denuncia en la Fiscalía o Sindicatura de Comptes. Pero tiene una labor preventiva. Difundir materiales didácticos, incluso, y una unidad de seguimiento a ayuntamientos, por ejemplo. Aunque no haya indicios de delito. La jurisprudencia alemana ha generado una doctrina para favorecer el clima anticorrupción. Comportamientos que, sin ser delictivos en sí mismos, pueden ser objeto de sanción para evitar clima de tolerancia social. Una reflexión que si se hubiera hecho en anteriores legislaturas hubiéramos evitado muchos disgustos. Para que los políticos nos sintamos corresponsables.

-Al poco de ser designado, dijo en un acto en Alicante que ya había recibido denuncias por corrupción.

-Eso se ha paralizado. Eran los últimos picos de una etapa anterior. En cada uno de esos casos lo hemos remitido a las diversas consellerias. En un caso concreto se ha activado un procedimiento y la Intervención hace una auditoría específica.

Publicidad

-¿A qué caso se refiere?

-Voy a mantener prudencia, pues podría afectar a personas sobre las que no existe ahora ningún indicio de comisión del delito. No es cuestión tanto de montante de dinero público como de malas prácticas. Por ejemplo, cobrar dos veces una misma actividad. Vamos a pactar con la Conselleria de Hacienda para que los inspectores, que es número muy reducido porque no le interesó ampliarlo al anterior Consell del PP (solo cuatro) hagan un examen previo de las distintas situaciones de desviación. Si se considera, se pondría una gran lupa por la Intervención General. Este terreno es movedizo. Si tiene apariencia de delito, lo que haremos es ir directamente a Fiscalía o al Juzgado de guardia.

-Ha aludido al PP. El diputado y exconseller Luis Santamaría dijo que están «reproduciendo la mastodóntica Administración soviética».

-Es absolutamente cínico que lo diga el PP que ha abusado de fundaciones, empresas públicas paralelas para emplear a amigos, primos y vecinos. Lo único nuevo que dije en Les Corts que se va a crear es la Agencia Antifraude. Se confunde. Cuando hablo de crear un foro de ética pública y democracia no es un organismo. Solo un foro de debate y opinión.

Publicidad

-Los ayuntamientos no van a poder cumplir la Ley de Transparencia el 9 de octubre, según usted.

-En efecto. Muchos no lo van a poder hacer. Lo ideal, que es un portal de transparencia. Muchísimos tendrán información, pero de manera dispersa y poco accesible. Estamos tratando de firmar convenios con diputaciones.

-¿También con la de Alicante?

-He quedado ya tres veces con César Sánchez, su presidente, y las tres le han aparecido problemas de agenda y ha suspendido la cita. En el último mes y medio. Pero vamos a colaborar con la Diputación en todo, también en editar guías.

Publicidad

-El presidente de Cepyme Alicante insiste en pedir la derogación o revisión de la Ley de Participación Institucional. ¿Patronales y sindicatos van a seguir recibiendo dinero?

-Lo que reciban lo justificarán. También están obligados por la Ley de Transparencia. La Conselleria de Economía quiere abrir un diálogo con agentes sociales. No sé si habrá alguna revisión. Pero sí diálogo.

-Hace diez años publicó el libro 'Alicante Especulación', contra el 'menfotisme alacantí'. ¿Existe?

-Nunca he creído que el 'menfotisme' exista. Es una leyenda de círculos de las élites alicantinas para justificar históricamente su poder. La resistencia social en Alicante contra el plan Rabasa o el modo en que se quiere instalar Ikea son un ejemplo magnífico. Es verdad que hemos tenido aquí gobernantes como Alperi o Castedo. Pero en otros sitios han tenido a Fabra o Rus. El 'menfotisme' tiene que ver más con el desarrollo del modelo económico de Alicante, volcado en servicios con poco valor añadido, profesiones liberales y gigantismo funcionarial. Eso explica que Alicante haya sido menos reivindicativa e imaginativa. Desde que el puerto pierde su hegemonía económica, a las élites alicantinas les ha ido bien con las subidas cíclicas de la construcción.

Noticia Patrocinada

-¿Zona franca libre de impuestos en el puerto sí o no?

-Me gusta que surja cualquier idea para Alicante. Todo lo que sea diversificación del tejido productivo, bienvenido sea. Más del lema quiero ver el proyecto concreto. Y tercero, cuidado con pensar como en otras ocasiones que es la panacea de todos nuestros males. Integración de la sociedad civil y diálogo en el debate. Si no estaremos otros diez años debatiendo como ha ocurrido con Ikea o el Palacio de Congresos. Sin apriorismos partidistas. No tengo razones, pues, para oponerme.

-Ikea, Rabasa...¿Le llamó en julio Enrique Ortiz para felicitarle?

-(Risas). No. (Dos golpes en la mesa)

-¿Le debe Alicante a usted por presidir la PIC que no se hayan levantado 13.000 pisos en Rabasa?

Publicidad

-La ciudad no me debe a mí nada. Sería absurdo que no reconociera que en un momento determinado jugué un papel de relativa importancia de movilización contra el plan Rabasa. Fue el primer presidente y durante siete años de la PIC. Me lo pasé muy bien. Me siento orgulloso como ciudadano que hizo lo que creía que debía hacer. Junto a mucha gente, logramos crear un clima de no aceptación sin más de lo que viniera impuesto del poder político y económico de Ortiz. Se h a demostrado que la corrupción llegaba mucho más lejos de lo que nosotros podíamos imaginar. Luego vino el cambio jurisprudencial. Todo ha evitado esa barbarie contra la dignidad de la ciudad.

-¿Cree que el tripartito se bajará finalmente los pantalones con Ikea?

-La voluntad del tripartito y, desde luego de Compromís, es defender que Ikea esté en Alicante. Pero no a cualquier precio. Es muy fuerte la empresa. Hay un estudio, 'El Alma de la Globalización', con hechos simbólicos para definir la globalización. El primero son las bases militares americanas. El segundo, Ikea. No es fácil parar el tren de Ikea, que es un gigante. No sé cómo ha sido tan frívolo de pensar que, en una ciudad con tantos años de historia y cambiante como Alicante, podía confiar con alguien como Ortiz. Ikea se ha equivocado y están teniendo muchas reuniones para ver cómo le pueden dar la vuelta. El Ayuntamiento debe hacer reflexionar a Ikea para que instale su tienda, pero sin necesidad de los dos centros anexos. Y que todos debatan sobre los cuatro millones de la zona. La UA tiene mucho que decir. Su destino natural debe ser un gran parque de la ciudad. Sin excluir una zona para viviendas. Pero no la barbaridad que se habló. Que no se destroce el comercio de Alicante.

Publicidad

-¿Quién lleva la voz cantante en el Consell: Puig u Oltra?

-Nadie canta. Todos hablamos de modo comedido en una sala gótica. Es el señor Puig quien preside y da la palabra. La señora Oltra tiene un papel importante de coordinación. Su voz es escuchada con muchísimo respeto por todos. Hasta ahora, sin el más mínimo conflicto, ni roce, ni duda en el papel de cada cual.

-Parece que pintamos poco en Madrid, como se ha visibilizado.

-Ha sido uno de los mayores desastres de la gestión del PP. La Comunitat redujo todo su potencial de ser un actor por potencial económico, demográfica y geoestratégico porque lo quemaron los gobiernos del PP para construir un mensaje de sometimiento a las direcciones de su partido. Camps solo quería demostrar a Aznar y Rajoy que tenía más votos que nadie. Somos los que más glorias aportamos a España, pero somos de las comunidades más pobres y éramos de las más ricas. Y encima los peor tratados financieramente. Es una lucha por la dignidad y de autogobierno.

Publicidad

-¿Será en diciembre usted y su partido un poquito más 'podemita'?

-Ya veremos qué se acuerda. Yo mantendré un perfil discreto en este proceso y disciplinado en lo que pacten los órganos de Compromís.

-¿Echa de menos sus clases de Constitucional en la UA?

-Sí y también el ambiente universitario. La semana pasada estuve en la Facultad de Derecho para recoger unos documentos en mi despacho y siento cierta añoranza, sí.

-A usted se le ha conocido en determinados ambientes locales como «el rojo del caviar» y eso que no se conocía aún su patrimonio.

-Cuando nos opusimos al plan Rabasa, el sector de Ángel Franco y Blas Bernal lanzó sobre nosotros la denominación de la «izquierda caviar». Nos hacía mucha gracia y ahora resulta gracioso que estas dos personas hayan aparecido ligadas claramente al 'caso Brugal'. Yo también aparezco en el sumario. Ortiz pide que «me den de ostias». Mi patrimonio es el normal de alguien que lleva 30 años trabajando en la Universidad. No tengo grandes fortunas. Un piso familiar y poco más. No tengo nada de qué avergonzarme.

-Ya que cita a Franco, ¿es un 'alter ego' del alcalde, Gabriel Echávarri?

-Creo que no. Pero el PSPV en Alicante tiene que hacer aún un gran debate sobre cómo ofrecer una imagen global en que no aparezca alguna sombra del pasado. Echávarri tiene voluntad de eso y de gestionar la ciudad desde unas formas totalmente conocidas a lo de estos veinte años.

Publicidad

-¿Será su Conselleria innecesaria al final de legislatura?

-Tenemos cuatro años para ponerla en marcha. A veces se nos piden milagros. Como si tuviéramos varita mágica. Se transformará, seguramente convergerá con la vigilancia de las posibles desviaciones de las que ningún gobierno, ninguno, está libre, porque somos humanos. Tendrá que poner más énfasis en la cooperación, aunque se hable menos ahora de ello. Es el gran discurso ético de una autonomía. Unidad de transparencia y responsabilidad social. Acabar con la escisión, como decía Maquiavelo, entre la plaza y el palacio.

-Me choca que me pida que lo entreviste en castellano y, en la última precampaña, el presidente provincial del Partido Popular, José Císcar, lo contrario.

-Mi partido defiende el bilingüismo y el respeto al valenciano. Pero si la entrevista es para publicar en castellano la hago en este idioma.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€

Publicidad