Los vecinos exigirán la dimisión de Gisbert si se demuestra que hay irregularidades

Las declaraciones del presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Antonio Gisbert, en las que consideraba que no había ninguna ilegalidad en la actividad de carga y descarga de graneles en el puerto no han sentado nada bien a los vecinos de Gran Vía Sur-Puerto. A la amenaza de demanda al Ayuntamiento de Alicante que realizaron el domingo en las páginas de este diario sumaron ayer la exigencia de dimisión de Gisbert «cuando se demuestre que esta actividad no cumple la ley vigente. Este va a ser el objetivo a partir de ahora», señalaron.

Consideran las declaraciones del presidente del Puerto «una verdadera burla hacia los ciudadanos que estamos hartos a estas alturas de que nos tomen por imbéciles».

Respecto al Ayuntamiento de Alicante, los vecinos recuerdan al tripartito que el pacto de gobierno de los tres partidos «tenía una base programática donde figuraba como punto importante solucionar el problema de la carga y descarga de graneles al aire libre a instancias de Guanyar Alacant». Añaden que los tres firmaron el acuerdo y por tanto exigen «que se cumpla el programa de gobierno».

Este acuerdo habla, en concreto, de «adecuación de la manipulación de graneles sólidos a la normativa ambiental y urbanística».

La asociación entregará a la Confederación de Asociaciones de Vecinos de la Comunidad Valenciana toda la documentación que posee y le trasladará la «necesidad urgente, por salud pública, de acabar con las malas prácticas de las empresas que operan en el puerto, por la actividad de graneles y otras». Pedirán el respaldo de sus servicios jurídicos para interponer el contencioso contra el Ayuntamiento.

Las exigencias de los vecinos pasan por la instalación de medidas correctoras y protectoras que eviten que el polvo en suspensión del clínker y otros graneles llegue hasta sus viviendas. Entre ellas, se ha hablado en varias ocasiones de la instalación de tolvas cerradas para almacenar allí los graneles. Los residentes en barrios cercanos entienden que la pantalla de contención que se instaló no es suficiente para retener estas partículas, sobre todo cuando hay viento.