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Puig, ayer, durante su intervención en Madrid.

Ximo Puig cuestiona en Madrid el liderazgo de Pedro Sánchez

El jefe del Consell asegura, en relación al futuro del secretario general del PSOE, que tras las elecciones generales «todo es revisable»

J. C. F./AGENCIAS

Martes, 6 de octubre 2015, 01:28

Madrid es la Plaza de las Ventas, y no solo como sede del gran coliseo taurino. Lo es también porque todo lo que se dice y hace en la capital adquiere una dimensión muy superior a cuando se pronuncia en otro ámbito. Ximo Puig lo comprobó ayer de primera mano con su intervención en los desayunos que organiza Europa Press. El presidente de la Generalitat acudió a su particular puesta de largo en la capital tras alcanzar la presidencia de la Generalitat después de las últimas elecciones autonómicas y a poco más de dos meses de las generales, y su intervención arrojó unos cuantos titulares. Aunque algunos de ellos no le dejaron demasiado bien parado. Ni Susana Díaz se habría atrevido a tanto.

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Puig acudía a la capital a elevar el tono de la reivindicación de un nuevo sistema de financiación autonómica. Probablemente, ese era uno de sus grandes objetivos. El otro, quizá, comenzar a ofrecer los primeros síntomas de que la Comunitat Valenciana, zarandeada en la capital tras ser considerada como el gran foco de causas de corrupción política, comenzaba a superar esa etapa.

Pero en la intervención de Puig se cruzó el debate catalán. Y llegó el lío. El jefe del Consell reivindicó, como ya ha hecho en alguna ocasión, el papel de puente que puede ejercer la Comunitat en las relaciones entre Cataluña y España. Y a continuación, se mostró partidario de recuperar en el preámbulo del Estatut catalán el término «nación» que fue anulado por el Tribunal Constitucional. Puig apoyó la idea de «formular una propuesta de recuperación de lo anulado en la sentencia del Estatuto catalán», en referencia a recuperar el término «nación» que contemplaba el preámbulo del Estatut, anulado en 2010.

El jefe del Consell apostó por «abrir nuevas vías de participación de Cataluña en la UE», se refirió a sus «singularidades» y pidió «convocar la comisión bilateral Estado-Generalitat», que, en su opinión, ha estado «abandonada a su suerte». En el turno de preguntas, Puig ha señalado que el punto de partida es hace siete años y si se va hacia «una reforma constitucional», que cree que «hay que ir», sería «sencillo empezar por el principio y constitucionalizar aquello que se aprobó en el Parlamento de España y por los ciudadanos catalanes».

Al jefe del Consell se le recordó que la posición de la dirección federal del PSOE dista mucho de la que acaba de expresar él. Pedro Sánchez, de hecho, ya ha anticipado que cualquier reforma constitucional no incluiría la palabra nación para Cataluña. Y el presidente valenciano replicó que no entraría en un «debate nominalista». «En los términos que se habla de nación en el preámbulo que aprobó el Congreso de los Diputados no hay ningún problema», dijo.

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Sánchez, ausente

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, no pudo escuchar a su barón valenciano porque no acudió al acto. Ni él ni prácticamente ningún miembro de la dirección federal del PSOE. Sí que lo hizo el responsable federal de Organización, César Luena, que lejos de mostrar su coincidencia con Puig, recalcó que las tesis del PSOE son las que aparecen en la 'Declaración de Granada' que firmaron todos los barones socialistas en julio de 2013 y que defiende el federalismo como «único punto de encuentro posible para restablecer el consenso territorial en España». «Es lo que cree el conjunto del partido», insistió Luena a preguntas de los periodistas, para después recalcar que el PSOE está en «la reforma federal de la Constitución y la declaración de Granada que habla de reconocer las singularidades».

A partir de aquí, explicó, dijo que respetaba las palabras de Puig y apuntó que el presidente valenciano «firmó» junto a él, en calidad de secretario general de la Rioja, la 'Declaración de Granada'. «La comparte, la apoya y la defiende», sostuvo.

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A Puig también se le preguntó ayer en Madrid por el liderazgo de Pedro Sánchez. Puig es miembro de la dirección federal del PSOE, pero ni él ni nadie que le conozca oculta sus preferencias por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. De modo que el líder de los socialistas valencianos, quizá deseoso de que su intervención diera que hablar, proclamó rotundo primero que el liderazgo del secretario general está «por supuesto» consolidado. Pero, a continuación, cuando se le preguntó si esto sería así hasta el próximo 20 de diciembre, cuando concurrirá como candidato a la Presidencia del Gobierno, apuntó: «Carpe diem, tempus fugit. Todo en la vida, efectivamente, es revisable». La referencia a que el resultado electoral puede condicionar ese liderazgo quedó meridianamente clara para todos los asistentes. Lo que sorprendió es que se atreviera a plantear ese escenario a poco más de dos meses de las elecciones generales.

Las palabras de Puig no le gustaron ni mucho ni poco a Luena. El responsable federal de Organización proclamó nada más terminar la conferencia de Puig que Pedro Sánchez cuenta con «el apoyo absoluto del partido» y así ha quedado «bien claro», al tiempo que aseguró que su «liderazgo» se verá «consolidado y respaldado en las urnas.

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El presidente valenciano también defendió nuevo modelo de financiación, que contempla tres tramos de recursos. Un primer tramo para garantizar el mismo nivel de servicios públicos fundamentales -sanidad, educación y prestaciones sociales-, un segundo para dotar de recursos suficientes el resto de competencias autonómicas y un tercer tramo para que cada territorio pueda corresponsabilizarse fiscalmente y tomar decisiones a nivel impositivo.

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