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D. G./R. A.
Miércoles, 14 de octubre 2015, 11:49
Un acuerdo de pura solidaridad y sin ánimo de lucro. Los regantes del Júcar han decidido auxiliar a sus homólogos alicantinos ante la persistente sequía que sufre el sur de la Comunitat, por lo que han planteado la posibilidad de que reciban 10 hectómetros cúbicos directamente desde el pantano de Alarcón. Concretamente, desde el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente han contactado con la Unidad Sindical de Usuarios del Júcar (Usuj) para trasladar a los regantes valencianos la «situación de emergencia» por la que atraviesa el río Segura y solicitar su colaboración. La respuesta de los usuarios del Júcar ha sido la de tender la mano y estudiar medidas para tratar de ayudar a los regantes alicantinos.
En concreto, según avanzó ayer el secretario general de Usuj, Juan Valero de Palma, la propuesta sobre la que se está trabajando es la de enviar 10 hectómetros cúbicos de agua directamente desde el embalse de Alarcón a través de las infraestructuras propias del trasvase Tajo-Segura hacia el sur de la Comunitat. A cambio, los regantes alicantinos asumirían el coste de extraer esa misma cantidad de agua de pozos subterráneos como compensación para que los usuarios del Júcar mantengan exactamente los mismos aportes hídricos. «No se trata de dar agua a cambio de dinero, ni de ceder derechos de riego», insistió Valero de Palma, «sino de resolver un problema de Alicante por solidaridad», añadió. Aún así, matizó que no es un acuerdo cerrado, puesto que las conversaciones están en su fase inicial. «Se está estudiando y valorando las posibilidades, y vamos a ver si se puede», apuntó, mientras recordó que esos 10 hectómetros cúbicos suponen el 2% de la cantidad de agua que utilizan los regantes de Usuj a lo largo de un año.
De esta forma, los usuarios del Júcar muestran su colaboración ante la reducción de aportaciones que está sufriendo Alicante por el trasvase Tajo-Segura. Al respecto, el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, José Manuel Claver, lamentó la «campaña política cargada de falsedades» que el Gobierno de Castilla-La Mancha está llevando a cabo en contra de este trasvase.
Claver también anunció que, además de las conversaciones con los usuarios del Júcar, los regantes del Segura tienen a su disposición distintos pozos de sequía, mientras que el Gobierno central está tratando de reducir el precio del agua de las desalinizadoras a menos de 0,45 euros el metro cúbico. A nivel de abastecimiento urbano, y si fuese necesario, la Mancomunidad de los Canales de Taibilla (que nutre a 35 poblaciones alicantinas) contaría con recursos adicionales de las desalinizadoras de San Pedro del Pinatar y Alicante, pero se tendría que incrementar la tarifa que pagan los ciudadanos.
El nerviosismo de los agricultores se debe a que las importantes plantaciones de lechuga, alcachofa y brócoli para el mercado europeo necesitan regarse durante este trimestre y carecen del agua del Tajo desde que la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, en base a informes técnicos, opta por garantizar el abastecimiento sin trasvase al regadío.
Claver dijo en rueda de prensa que «en pocos días se va a reanudar agua por los canales, quizás no con la alegría de otros años, pero sí para poder ir regando las plantaciones de invierno». «Percibimos mucha inquietud entre los regantes», añadió, y consideró «lógico que estén tan nerviosos».
Explicó que algunas organizaciones agrarias «están desconcertadas» y a la vista de que se pueden tardar más de diez días en dar alguna solución «tenemos que transmitir un mensaje de tranquilidad», remarcó.
En el anterior año hidrológico los regantes pudieron contar con cerca de 50 hectómetros cúbicos de lo que se conoce como «agua no asignada» y 141 adicionales de los pozos de sequía y 9 hectómetros cedidos de derechos pedidos a regantes de Estremera y La Poveda (Madrid).
La cabecera del Tajo (embalses de Entrepeñas y Buendía -Guadalajara-) almacena 331 hectómetros cúbicos de agua y el mínimo a partir del cual no se puede trasvasar es 304 hectómetros, de ahí el estado de inquietud de los regantes de la cuenca del Segura.
En cuanto a las manifestaciones en Castilla-La Mancha en contra del trasvase, el presidente del SCRATS respondió que «han estado dirigidas» y auguró una campaña política hasta las próximas elecciones cargada de falsedades y que está jugando «con las cosas de comer». «No han sido de gran éxito si solo han ido 200 ó 300 personas. No parece que sea mucha la reivindicación», manifestó Claver.
Claver indicó que ningún pantano de España tiene un derecho a que se limite un mínimo por ley como la cabecera del Tajo, que en unos meses será de 400 hectómetros cúbicos de agua, y dijo que su mantenimiento tiene unos costes que son sufragados en parte por los regantes del levante español. «Se construyó como embalse de regulación que se llena cuando hay abundancia y se va vaciando cuando hay sequía como es el caso», agregó, y negó que se hayan desembalsado para el Tajo sólo 250 hectómetros como algún medio de comunicación había publicado, porque en realidad fueron 363 los hectómetros.
«Respetamos la postura de los Municipios Ribereños de que su problema es que no se les ha hecho las infraestructuras prometidas y que hemos pagado» los regantes del Segura.
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