Urgente Tormentas de lluvia y granizo descargan sobre Valencia: Previsión de Aemet para las próximas horas
Alexiévich, ayer, tras conocer el dictamen del jurado.

Una reportera de Nobel

La periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich se gana a Academia Sueca. La escritora ha alumbrado una crónica descarnada de los avatares de la URSS y ha dado voz a los sufridores del imperio postsoviético

ANTONIO PANIAGUA

Viernes, 9 de octubre 2015, 00:35

Esta vez las casas de apuestas acertaron. La periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich, que partía como favorita para ganar el Nobel de Literatura, se adjudicó ayer el reconocimiento. Con esta decisión la Academia Sueca reivindica el género del reportaje en un momento en que el oficio de periodista pasa por tiempos de mudanza. El trabajo de esta escritora de 67 años es toda una crónica descarnada e incisiva de la antigua Unión Soviética y de las secuelas que dejó en sus moradores. La catástrofe de Chernóbil, la guerra de Afganistán, las soviéticas que combatieron en la II Guerra Mundial son algunos de los asuntos que ha abordado Alexiévich, que ha encontrado en el periodismo una forma de hacer literatura.

Publicidad

  • Selma Lagerlöf

  • 1909 Escritora sueca

  • Grazia Deledda

  • 1926

  • Autora italiana

  • Sigrid Undset

  • 1928

  • Novelista estadounidense

  • Pearl S. Buck

  • 1938

  • Escritora estadounidense

  • Gabriela Mistral

  • 1945

  • Poeta chilena

  • Nelly Sachs

  • 1966

  • Poeta alemana

  • Nadine Gordimer

  • 1991

  • Escritora sudafricana

  • Toni Morrison

  • 1993

  • Novelista estadounidense

  • WisÅawa Szymborska

  • 1996

  • Poeta polaca

  • Elfriede Jelinek

  • 2004

  • Escritora

  • austriaca

  • Doris Lessing

  • 2007

  • Escritora

  • británica

  • Herta Müller

  • 2009

  • Narradora germano-rumana

  • Alice Munro

  • 2013

  • Cuentista

  • canadiense

  • Svetlana Alexiévich

  • 2015

  • Periodista

  • bielorrusa

Los amantes de las crónicas extensas, hechas a conciencia y con múltiples testimonios tienen motivos para alegrarse. No los tiene en cambio el presidente de Rusia, Vladimir Putin, a quien la galardonada detesta y contra quien arremetió tras conocer la noticia. «Respeto el mundo ruso de la literatura y la ciencia, pero no el mundo ruso de Stalin y Putin», dijo la premiada. Svetlana Alexiévich, que ha denunciado con virulencia el imperialismo postsoviético, tampoco siente demasiado aprecio por su presidente, el autoritario Alexandr Lukashenko. No en balde, los medios de comunicación de esta república habían mantenido hasta ayer un notorio desdén, cuando no hostilidad, hacia Alexiévich.

La escritora, que aplaude la emancipación de Ucrania de Rusia, piensa que las heridas del régimen soviético aún perduran y el monstruo sigue dando coletazos. «Creo que el imperio aún no ha desaparecido. Y personalmente tengo la inquietante impresión de que no desaparecerá sin derramamiento de sangre», dijo Alexiévich, quien pertenece a la estirpe de Ryszard Kapuscinski, periodista polaco que no obtuvo el Nobel.

De acuerdo con el acto del jurado, la premiada «ha inventado un nuevo género literario y superado el formato del periodismo, continuando lo que otros autores han contribuido a elaborar». Así lo dijo la secretaria permanente de la Academia Sueca, Sara Danius.

Para los expertos, Alexiévich ha alumbrado la 'novela colectiva', si bien ella, más modestamente, prefiere llamarla 'novelas de voces'. No en balde, en sus textos el narrador es muchas veces el hombre corriente, el que carece de voz, el mismo que se ha llevado su propia historia a la tumba, desde Chernóbil hasta la caída de la Unión Soviética. En sus libros, traducidos a más de veinte idiomas, Svetlana Alexiévich disecciona la dimensión humana de los hechos, que exige a veces descender al infierno.

Publicidad

Nacida en Stanislav, territorio que ahora pertenece a Ucrania, Svetlana Alexiévich es hija de un militar soviético de origen bielorruso. Cuando su padre abandonó el Ejército, la familia se trasladó a Bielorrusia, donde la hoy premio Nobel estudió periodismo en la Universidad de Minsk.

Su primer libro se titula 'La guerra no tiene rostro de mujer', un registro de la memoria popular en el que hablan más de 200 mujeres. Todas ellas cuentan cómo tantas jóvenes que fantaseaban con ser llevadas al altar con velo blanco se convirtieron en soldados en 1941. Las más 500.000 mujeres que combatieron en las filas soviéticas en la II Guerra Mundial no solo pusieron vendas y condujeron ambulancias, sino que mataron al enemigo que con una crueldad sin precedentes había atacado su tierra y sus hogares y asesinado a sus hijos.

Publicidad

Alexievitch invirtió más de cuatro años en escribir este libro. Para ello visitó más de cien pueblos y ciudades, con el fin de recuperar los recuerdos de las veteranas de guerra. El libro estuvo prohibido durante un lustro porque desmitifica la épica del comunismo de resabios estalinistas, hasta que las reformas de Gorbachov permitieron su publicación. El estreno de la versión teatral de aquella crónica sin concesiones en el teatro Taganka de Moscú, en 1985, representó todo un hito en un régimen alérgico a las verdades sin medias tintas.

La escritora bielorrusa es prácticamente desconocida en España. De ella solo se ha publicado el libro 'Voces de Chernóbil. Crónica del futuro', primero por la editorial Siglo XXI y luego por De Bolsillo. Debate lanzará en noviembre 'La guerra no tiene rostro de mujer'. El año que viene se podrá ver en las estanterías 'Los chicos del latón' y 'Los últimos testigos'. De su lado, Acantilado dará a conocer 'El fin del homo sovieticus'.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad