El Orihuela consigue su primera victoria pírrica

El Orihuela sudó sangre para sacar los tres primeros puntos de la temporada en casa. El equipo no jugó bien en la primera parte, pero consiguió marcar en las jugadas más claras en las que tuvo oportunidad durante el segundo periodo. Los escorpiones mostraron mejor cara, con más efectividad que en partidos anteriores ante un un rival duro, el Crevillente, que se mantuvo a la expectativa durante muchos minutos y que solo se volcó al ataque en un partido que acabó 2-1.

El equipo escorpión salió con bastante decisión, y ya en el segundo córner pudo marca. El lanzamiento lo cabeceó Joaquín Pastor de manera impecable, pero salió muy cerca del segundo palo. Los amarillos apretaron desde el primer momento y enlazaron jugadas con buenas triangulaciones en el centro del campo. Ambos equipos presionaron con muchos hombres para recuperar el balón y la intensidad por dominar el partido marcó el primer cuarto hora.

El técnico oriolano, Gabi Correa, contó con Samu Jiménez para el lateral izquierdo, junto a Pastor. Pablo y el capitán Álex García formaron la primera línea. El recién llegado Mikey también estuvo en el once inicial con lo que el equipo de inicio fue muy diferente al que comenzó la Liga. Los locales se adueñaron de la pelota y tocaron en la medular sin llegar a profundizar en campo contrario. Solo llegaron con algún lanzamiento desde la esquina o con algún centro aislado. La salida inicial de los amarillos acabó por deslucirse. En el ecuador de la primera parte el partido cayó en continuas interrupciones y jugadas que acababan en la zona ancha sin pena ni gloria. Solo Mikey y Theo tocaban en el balón cerca de la línea divisoria y ni los extremos ni los laterales avanzaron en campo del cuadro crevillentino. El partido se aletargó. Solo logró cambiarlo Coco con una jugada por la banda derecha. El centrocampista centró al segundo palo y Juanjo no pudo empalmar el pase colgado, que se estrelló en el lateral de la red.

La segunda parte arrancó con un tiro lejano de Kike Espinosa desde fuera del área. En los primeros compases de la segunda mitad el Crevillente tuvo su mejor ocasión hasta el momento, Lolo controló la pelota dentro del área y disparó a puerta. El balón salió rebotado en la pierna de un defensor local cuando Emilio se encontraba en el suelo. Los visitantes se crecieron ante la indecisión de los jugadores de Correa.

El cruce entre los de la Vega Baja y los del Bajo Vinalopó cambió de rumbo con una jugada en la que Coco entró por banda derecha y en la que Cristian levantó el pie a la altura de su cara. El colegiado no vio claro el penalti pero su asistente se lo señaló al encontrarse a pocos metros de la acción. El propio extremo cogió el balón y lo puso en el punto de penalti. Rojo hizo movimientos hacia ambos lados para tratar de intimidar al oriolano, que con templanza engañó el portero y tiró hacía la parte derecha de la portería. El primer gol del Orihuela subió en el minuto 59 y no sentó nada bien en el banquillo rival, donde se dieron golpes a la marquesina y se lanzó una botella de agua al campo fruto de la indignación.

El cuadro amarillo comenzó a tocar mejor la pelota al encontrar más pasillos en el campo de su contrario. Juanjo lo intentó desde lejos con un buen lanzamiento y Jiménez se probó también con una internada que acabó con un centro-chut. En la mitad de la segunda parte el Orihuela jugó por primera vez desde hace muchas semanas con el marcador a favor.

El equipo local recibió su premio en un contraataque que finalizó Mikey. El centrocampista recibió de espaldas, se dio la vuelta y se quedó solo ante el portero. Con decisión anotó el 2-0 en el minuto 78. La ansiedad por la victoria se pudo ver en la celebración en la que el amarillo que se fundió con los aficionados.

El Crevillente no se rindió y en un saque de falta demostró la calidad que atesora en jugadas de estrategia. La falta acabó en las botas de Carlos que solo ante Emilio no dudó y lo batió por bajo en el 83. El cuadro de José Manuel Mas se metió en el partido e hizo que los tres puntos valieran su peso en oro en un tramo final donde los oriolanos pasaron sus peores minutos.