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Una pareja de jubilados disfruta del sol en el paso de la Playa de Levante, de Benidorm.
Los hoteleros de la Costa Blanca respiran «tranquilos» tras desbloquearse el Imserso

Los hoteleros de la Costa Blanca respiran «tranquilos» tras desbloquearse el Imserso

El Ministerio de Sanidad confirma que en «pocos días» los jubilados empezarán a recibir las cartas para comprar los viajes y el Consell quiere «compensaciones»

Bernat Sirvent

Miércoles, 28 de octubre 2015, 01:46

La patronal hotelera de la Costa Blanca, Hosbec, que hace apenas diez días daba por hecho que se perderían directamente unos 2.000 empleos por el bloqueo 'sine die' que sufría el programa de turismo social para jubilados del Imserso, respira mucho más «tranquila». Así lo explicó el presidente de Hosbec, Antoni Mayor, después de que el Ministerio de Sanidad adelantara a última hora del lunes y ayer lo confirmara su titular, Alfonso Alonso, que los paquetes de viajes empezarán a venderse para la península (incluida la Costa Blanca) hoy mismo. El Consell, sin embargo, quiso ganarse a los hoteleros y, pese a ese desbloqueo del plan que afecta a la actividad hotelera alicantina y de la Comunitat, anunció «medidas compensatorias» por el retraso, según avanzó desde Nueva York (donde se encuentra con el jefe del Consell, Ximo Puig) el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer.

Si hace pocos días, Mayor daba por hecho en este diario que, tras la presumible alegación administrativa y judicial de Mundosenior contra el recurso ganado por Mundiplan, los viajeros no llegarían hasta diciembre o incluso enero y que la lluvia de expedientes de regulación temporales para trabajadores fijos y despidos para eventuales seguiría todas estas semanas, ayer el escenario cambió de la noche al día.

El presidente de Hosbec aseguró que los primeros turistas jubilados llegarán entre mediados y finales de noviembre. Casi dos meses de retraso respecto a lo que era habitual en el último cuarto de siglo. Pero vendrán. Y con los turistas de la tercera edad «llega la tranquilidad para los próximos cuatro años, los dos y las dos prórrogas», razona Antoni Mayor.

Tras la decisión del Ministerio de desbloquear los destinos de interior y peninsulares, en diez o doce días se podrá cerrar la puesta a la venta de los productos y los contratos con los hoteles, según Hosbec, y «encontrar una fecha» para el inicio. Aún con ciertos recelos, Mayor cree que «si se resuelve, no será tan doloroso; tocaba ya porque se había hecho largo».

Aunque ya hay unos doscientos empleados fijos que están incluidos en ERTES de suspensión temporal de empleo (aún no autorizados por Trabajo), finalmente podrán reintegrarse al trabajo sin coste para las arcas públicas ni para el empresario. Y lo harán de modo rápido. Además, los cuatro o cinco hoteles que habían cerrado por reformas y por la tardanza del Imserso también retomarán en breve la actividad, según Hosbec. Mayor cree que hará una mayor concentración de turistas jubilados en las semanas previas y posteriores a Navidad, lo que era menos frecuente hasta ahora.

40.000 plazas más

Mayor destaca, además, que dispondrán de 40.000 plazas más, lo que favorece al sector y a los beneficiarios. Por otra parte, solicita que no se vendan plazas en mayo y junio y que se concentren en las temporadas bajas de invierno. Esta posibilidad la había planteado hace dos semanas el Imserso, como explicó este diario, al hablar de «adecuar el calendario» ante los retrasos por las impugnaciones. Pero los hoteleros no querían ni oír de esa posibilidad.

Los hoteleros siguen confiados en vender todo Benidorm en una sola semana y empezar rápido.

Pese a que ha cambiado notablemente el escenario, el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, anunció que reclamará medidas «compensatorias» ante la «mala gestión» del Gobierno, puesto que «ha condicionado de forma muy negativa la planificación de la temporada, el mantenimiento de los puestos de trabajo y el compromiso de los hoteleros». A su juicio, «el retraso en la gestión ha sido un golpe muy duro a la estabilidad y a las certezas que necesita el sector para garantizar la apertura de los establecimientos y la desestacionalización, además de una dificultad para mantener las plantillas».

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