Eva María Lahoz
Jueves, 29 de octubre 2015, 01:25
En Rabasa y con 300.000 metros cuadrados de suelo comercial. Ikea no se cansa de repetir que esta es la forma en la que pretende instalarse en Alicante. Se lo dijo al tripartito en la primera reunión que mantuvo con él en julio, y lo volvió a dejar claro ayer en declaraciones a este diario la directora de Expansión, Asunta Enrile.
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millones de euros han gastado los alicantinos en Ikea en tres años.
son los millones que quiere invertir Ikea en la ciudad.
La responsable visitó ayer Alicante junto al director de Comunicación de la marca en España, Arturo García, para encauzar la relación con los medios de comunicación tras la mala imagen que ofrecieron sus técnicos escapando de la última reunión con el tripartito. Una escapada que ayer la empresa achacó a un «malentendido» sobre las características de dicha reunión y de la que reconocieron que no se sienten muy orgullosos.
Respecto al proyecto, la cuestión está clara. «El tema está absolutamente cerrado. Nos interesan Rabasa y esos metros cuadrados porque es lo que hace atractiva la oferta comercial», asegura. Lo pueden decir más alto, pero no más claro. O lo toman, o lo dejan, vienen a decir, pero que lo decidan ya.
Y es que, al margen de que estén convencidos de las bondades del terreno, del que alaban «su ubicación, visibilidad y el tamaño de la parcela», lo que les pesa, y mucho, es el hecho de estar sujetos a un contrato con los promotores, Urbanika, cuya cabeza visible es Enrique Ortiz. En 2009 formalizaron el contrato de compraventa de suelo en el sector con esta promotora a cambio del «compromiso» de que ésta desarrollase «los parámetros técnicos y urbanísticos necesarios para que sea viable» su proyecto comercial. «Nosotros solo somos inversores, la responsabilidad de desarrollarlo es del promotor», resaltan.
Un contrato en el que no tienen nada que perder económicamente, dado que lo que han pagado por los terrenos (no quieren especificar cuánto) se lo tendrán que devolver los promotores si la Actuación Territorial Estratégica (ATE) no sale adelante. «Nosotros pagamos por un suelo finalista», indican. Es decir, urbanizado y con todo en regla.
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No obstante, sí que perderían su inversión si son ellos los que deshacen el acuerdo, aceptando otra ubicación y otras circunstancias. Por eso nunca van a abrirse a otras propuestas hasta que quede definitivamente resuelta la tramitación de la ATE. Algo que les urge.
Piden «claridad y concreción»
«Queremos una respuesta clara y concreta, con celeridad, por parte de las administraciones», asegura Enrile. «Decidan ustedes y nos lo comunican», añade. Y es que nada es peor para Ikea que prolongar este limbo, que les mantiene atados y sin posibilidad de escapar o plantearse otras opciones desde hace años. Desde Ikea echan en cara a las administraciones que hayan cambiado varias veces de opinión sobre el proyecto de forma «poco seria» y reclaman «seguridad» para mantener su compromiso de inversión. Dicen que no tendrían problema en reunirse de nuevo con el tripartito aunque no lo han hecho con la Generalitat, de quien depende la ATE.
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Sobre su encuentro privado en un despacho vinculado a Ortiz con el grupo municipal de C's, lo enmarcan dentro de sus «conversaciones con un gran número de colectivos» y descartan cualquier parte de «estrategia». Plantean una inversión de 250 millones de euros que, aseguran, generará 4.000 puestos de trabajo y beneficiará «a Alicante, la provincia y provincias limítrofes». Se han basado en un «estudio exhaustivo» previo que ha determinado Rabasa como «la mejor opción». Ello pese a que inicialmente pensaron instalarse entre el PAU 1 y 2 con un proyecto mucho más modesto, sin macrocentro comercial.
Aseguran que fue el Ayuntamiento el que no vio viables los accesos a este sector por lo que «estudiamos con él otros suelos, y surgió Rabasa». Desde entonces, no se han planteado otra ubicación. Ni siquiera en otro municipio de la provincia pese a que, apunta la directora de Expansión, «todos los días nos llegan ofertas públicas y privadas para instalarnos»
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La multinacional advierte de que no va a esperar eternamente para hacerlo en Alicante, ya que «hay unos plazos máximos» en su contrato, aunque no quiere aclarar cuáles son. Eso sí, señala que, si le dan vía libre, en un año o año y medio podría estar construida su tienda.
Respecto al macrocentro vinculado, para ellos es innegociable, aunque en un principio no estaba en el proyecto. Ahora, sin él, la inversión en Alicante no tiene interés para ellos, a pesar de que solo han implantado este modelo en dos de sus ubicaciones en España, Madrid y Jerez.
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En su opinión, el tamaño de este complejo comercial, muy polémico, es «el que necesita la provincia» y su oferta «complementaría» a la que ya existe con marcas internacionales, zona de ocio y presencia de empresarios locales. En otros centros de su propiedad, «esta presencia alcanza entre el 30 y el 40%, entre firmas propias y franquicias», señalan.
Tienen claro que el tirón de Ikea en la provincia es claro. La empresa ha contabilizado un gasto de 100 millones de euros en sus tiendas por parte de alicantinos en los últimos tres años.
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