La Generalitat cuadra los presupuestos de 2016 con 1.300 millones de euros que «deben llegar» del Estado

La contabilidad nacional debe de haber incorporado un nuevo concepto, el de «porque nos corresponde», que ha utilizado el Consell en el presupuesto de la Generalitat para 2016 al hacer constar como ingresos 1.300 millones de euros que no es que estén comprometidos, es que hoy por hoy son ficticios.

Una práctica que el año pasado criticaron abierta y contundentemente tanto el PSPV como Compromís, cuyos diputados llegaron a denunciar ante los tribunales al Consell, entonces presidido por el popular Alberto Fabra, por reflejar en las cuentas la hipotética percepción de 1.300 millones de euros del Fondo de Competitividad que el Gobierno no tenía previsto facilitar y que nunca transfirió, además de otros 300 millones por venta de patrimonio que tampoco se concretaron nunca. El Ejecutivo que preside Ximo Puig sí ha retirado de las cuentas de 2016 la casi imposible venta de inmuebles públicos.

El Gobierno valenciano aprobó ayer el anteproyecto de sus cuentas para el año próximo y hoy está previsto que las presente a Les Corts el titular de Hacienda, Vicent Soler.

La vicepresidenta y portavoz, Mònica Oltra, reconoció que cuando en la anterior legislatura llevaron los presupuestos de 2015 ante el Tribunal Superior de Justicia lo hicieron «en previsión» de lo que podía suceder este año. El TSJ desestimó la demanda y el actual Ejecutivo se ha visto legitimado para poder incluir en sus cuentas ingresos a percibir por parte del Gobierno central que no están garantizados. Los actuales mandatarios autonómicos pretenden percibir esos «al menos» 1.300 millones correspondientes del nuevo sistema de financiación que teóricamente se va a negociar el próximo año.

Soler afirmó que se trata de «ingresos previsibles», pero que no están garantizados, porque la Comunitat se encuentra en la peor situación de todas las autonomías y la mejora de la financiación es un derecho «no solo moral sino también constitucional».

Oltra reconoció que el Consell «no tiene» esos 1.300 millones pero hizo hincapié en que «nos corresponden a los valencianos». Si finalmente no llegara ese dinero, la vicepresidenta y portavoz, que lució sonrisa en contraposición al comportamiento histriónico de Soler, indicó que «tendrán que llegar por otra vía». ¿Cuál? La del déficit. El conseller de Hacienda reconoció poco después que si no el Consell no percibe ese dinero el déficit público de la Comunitat volverá a dispararse y en lugar de un 0,3% de techo marcado para 2016 posiblemente se situaría en el entorno del 2%.

Vicent Soler indicó que ya le han trasladado al Gobierno central, a través del Plan de Eficiencia Financiera de la Generalitat, que incluye en el presupuesto de 2016 los mencionados 1.300 millones de euros que le reclaman, como mínimo, de la nueva financiación.

Las cifras globales del presupuesto -hoy se conocerán en detalle- varían poco respecto a las cuentas del año en curso. Las cuentas consolidadas suben un 0,9%, hasta los 18.370 millones de euros. Ahí se incluyen los 1.215 millones del sector público y 17.155 millones de la administración de la Generalitat. Esta última prácticamente se mantiene, baja un 0,2%.

«Las cifras no suben mucho. Lo que ha cambiado es el orden de las prioridades», afirmó Vicente Soler. «Este es el presupuesto del Gobierno del Botánico que sienta las bases reales del cambio de modelo», indicó la número dos del Consell, que destacó un aumento de un 35% en materia de dependencia, un 110% para vivienda social (la mayor parte para reparar el parque público de inmuebles sociales). Oltra destacó que las ayudas para becas se incrementan un 23% y se dedican 35 millones de euros para financiar recetas médicas para pensionistas o personas con renta inferior a 9.500 euros anuales. En cooperación para el desarrollo se pasa de 3,8 millones a 13,2.