Sangre azul y problemas mundanos

«La sangre azul de un monarca llevada al color rojo haciendo aflorar las emociones y la amistad». Esta es la manera en la que ve la obra 'El discurso del rey' su directora, Magüi Mira, valenciana de nacimiento pero «alicantina de crianza», en Benimantell para más señas, según confesó ayer en Alicante.

La actriz y directora presentó en rueda de prensa la obra que dirige junto al actor Roberto Álvarez, uno de los protagonistas de la producción, y el director del Teatro Principal de Alicante, Francesc Sanguino. El coliseo alicantino acogerá dos representaciones, hoy y mañana, a las 20.30 y 19 horas, respectivamente.

Este texto de David Seiler, conocido por ser llevado al cine en el año 2010 por el director Tom Hooper con Colin Firth y Geoffrey Rush de protagonistas de un guion escrito por el propio autor de la obra, llega a Alicante protagonizado por Adrián Lastra,Ana Villa, Gabriel Garbisu, la alicantina Lola Marceli y Ángel Savín, además del propio Álvarez.

En palabras de Francesc Sanguino, esta producción es una de las que «siembran la cosecha en una programación, sin perder el respeto al resto», ya que, según añadió «es una producción muy difícil, realizada por el Teatro Español y con un resultado excelente gracias al trabajo de su directora y de un magnífico elenco de intérpretes».

Por otra parte, el director del Principal puso hincapié en resaltar la presencia de Magüi Mira como directora y de Lola Marceli, «dos mujeres alicantina en la primera línea del teatro», a lo que puntualizó que «es normal que salgan de una ciudad como Alicante para mejorar en su aprendizaje o trayectoria, pero es necesario que cuando vuelvan recordemos sus orígenes».

Por su parte, Mira recordó su infancia en una casa de campo en un pequeño pueblo cercano a Benimantell para indicar, ya sobre la obra, que «precisamente va mucho de las raíces de las personas». «El protagonista va a ser rey pero es tartamudo en un tiempo donde va a estallar la Segunda Guerra Mundial y donde acaba de irrumpir la radio como principal medio de comunicación, casi como un arma más para la guerra».

En este contexto es donde se desarrolla la relación entre los personajes de Adrián Lastra, un joven rey educado en la estricta corte inglesa que desea tratar su tartamudez para dirigirse a los ciudadanos por la radio y un logopeda australiano, alejado de las apariencias sociales pero sabio en su docencia.

Según explicó Roberto Álvarez, el personaje que interpreta es «mundano». «Los ingleses tienen tendencia a representarse en cine y teatro todavía más correctos y educados como son. Este logopeda viene de Australia para tratar al rey, pero es simpático, anárquico, alegre y, sobre todo, muy inteligente. Sabe poner en práctica su experiencia y su sabiduría en el trabajo y no duda en ser agudo, punzante y generoso cuando trata de abrir el bloqueo sentimental que produce la tartamudez en el rey», apuntó.

En el mismo sentido, el actor asturiano expresó que «me dicen que es el mejor papel que he hecho en mi vida, pero yo sólo me he dedicado a hacer lo que me pedía Magüi, porque yo trabajo así, sólo sé hacer lo que me dicen los directores». Al respecto, la directora confesó que «para hacer arte sólo vale sumar. No creo en esa dirección que exige y es autoritaria. Sólo trato de que todos los actores sumen y saquen lo mejor que puedan sacar de sus personajes».