Piden 18 años de cárcel por el alijo de 465 kilos de 'coca' intervenido a dos pescadores

El velero a motor de apenas diez metros de eslora navegaba frente al litoral de Pilar de la Horadada, muy cerca del puesto de la Benemérita de la localidad, cargado con el segundo mayor alijo de cocaína arribado a la provincia. La tarde del 28 de enero de este año, los tripulantes del yate, un padre y su hijo, ambos de nacionalidad española y 70 y 43 años de edad, respectivamente, fueron apresados con 465 kilogramos de la droga, cuya pureza se situaba cercana al 80 %.

Ahora, los presuntos narcos aguardan a la celebración del juicio en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial, con sede desplazada en Elche. El Ministerio Público les reclama sendas pena de 9 años de prisión en su escrito provisional de acusaciones por delitos contra la salud pública. Los procesados deberán afrontar igualmente el pago de cuantiosas multas debido al elevado valor de la droga, estimado en 16 millones de euros en el mercado negro.

Los movimientos extraños de la embarcación fueron los que hicieron sospechar a los agentes de la Guardia Civil, quienes se prepararon para cuando atracara en la costa alicantina. Al parecer, los problemas económicos de los navegantes transformados en presuntos narcotraficantes, de Guardamar del Segura, podrían ser el motivo de la conversión.

Una vez en su interior, los investigadores practicaron el registro del pequeño barco que confirmó las sospechas: en su interior había 13 fardos perfectamente envueltos con la sustancia prohibida.

Red internacional

Padre e hijo resultaron presos acusados de formar parte de un entramado internacional y los agentes intervinieron la droga, la embarcación y dos coches. El juzgado instructor de Orihuela que dirigió las pesquisas ordenó su encarcelamiento de forma provisional y no fue hasta hace pocas semanas que se acordó su puesta en libertad tras el pago de sendas fianzas. El dueño del velero, el progenitor, es un hombre de avanzada edad.

Las diligencias permanecieron abiertas con el objetivo de dar con el resto de la banda, pues los investigadores del Instituto Armado andaban tras la pista de una red que sustentaba las operaciones de los dos detenidos el pasado mes de enero. Las sospechas se disiparon a comienzos de este mes de octubre.

En una operación conjunta, agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Agencia Tributaria dieron con tres individuos supuestamente responsables de obtener las embarcaciones utilizadas para realizar los alijos de droga y de facilitar los medios técnicos y la infraestructura necesaria para trasladar y ocultar la mercancía con la que esperaban sacar jugosos beneficios.

Los investigadores especialistas en materia antidroga de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, tales como la Edoa de la Guardia Civil y la Udyco de la Policía Nacional, desenmarañaron tras meses de pesquisas el 'modus operandi' de la organización. Para poder llevar de un lado a otro la droga, los integrantes de la red se valían de embarcaciones de recreo con tripulación local, conocedora del terreno, para salir al encuentro de buques nodriza frente a la costa alicantina.

Según informaron fuentes de la Fiscalía alicantina, estos últimos apresados, dos de nacionalidad española y un tercero nacido en Montenegro, deberán ser juzgados aparte de los falsos pescadores cazados en la primera fase de la investigación.

El Juzgado de Instrucción 2 de Orihuela ya había incoado el auto de apertura de juicio oral cuando se cerró el operativo contra el resto de la organización criminal, por lo que su enjuiciamiento no se puede acumular a la causa.

A los detenidos en Pilar de la Horadada se les sitúa como parte de la estructura criminal encargada de recoger la cocaína en alta mar para trasladarla a tierra firme, un negocio que les ha llevado hasta el banquillo de los acusados.