Sentir al son de las películas

¿Quién no ha imaginado que volaba al escuchar la canción de 'Superman'? ¿Quién no ha mirado atrás mientras corría al son del tema principal de 'Indiana Jones'? ¿Quién no se ha visto en una lucha a espada con la banda sonora de 'Piratas del Caribe' o ha respirado el aire del Coliseo lleno hasta la bandera viéndose como 'Gladiator'? Las películas emocionan, impactan, consuelan y entretienen, pero para lograr este objetivo se apoyan en gran medida en la música.

Bajo esta premisa nació la Universal Symphony Orchestra, una orquesta sinfónica que se fundó en la comarca de La Marina Alta de la mano del productor Javier Gil y la dirección de José Colomina. Más de sesenta músicos, pantallas gigantes con proyecciones realizadas para los conciertos, figurantes y animadores entre las butacas y las mejores canciones de bandas sonoras son la fórmula que se podrá ver en el Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA) el próximo 13 de noviembre, en sesiones a las 20.00 y a las 22.30 horas.

Pese a que el proyecto partió desde Ondara, de donde es su productor, el del ADDA será el primer concierto que la formación ofrezca en la Comunitat Valenciana. Desde hace año y medio, las pocas reuniones que ofrece la Universal Symphony Orchestra han sonado en ciudades como Sevilla, Zaragoza, Granada o Tarragona y ya están cerrando citas en Madrid, Barcelona, Valencia y Baleares para próximas fechas.

«Hacemos conciertos muy completos de unas dos horas de duración, con proyecciones y animaciones en directo, donde no solo interpretamos muchas canciones conocidas de películas, sino que invitamos a la reflexión y a la emoción con imágenes que no son las de las películas, sino que están creadas según el mensaje que quiere transmitir la música», explica el director de la orquesta, José Colomina.

Natural de Alberic, este profesor de conservatorio y director de orquesta participó desde el inicio en el proyecto. «Fue una propuesta de Javier (Gil) y nos lanzamos a por ello. No fue fácil reunir a más de sesenta profesionales para participar, pero apenas hubo personas que dijeran que no, porque es un concierto muy atractivo», confiesa.

Una vez reunido el elenco de músicos, lo importante era la selección del repertorio, ya que no sólo era esencial que fueran canciones conocidas, sino que expresaran alguna emoción concreta para que concordase con la idea audiovisual del concierto.

En este sentido, el director explica que hay canciones de «'Superman', 'La Guerra de las Galaxias', 'La lista de Schindler', 'Harry Potter', 'Jurassic Park', 'Memorias de una geisha' o 'Lo que el viento se llevó'» junto a otras muy reconocidas como «'Piratas del Caribe', 'Gladiator' e, incluso, una de las más recientes, de la serie 'Juego de Tronos'».

Junto a este espectacular repertorio cinematográfico, los conciertos de la Universal Symphony Orchestra muestran un concienzudo trabajo audiovisual, donde prima el mensaje de las canciones sobre la proyección de escenas de la película. «Hay algunas referencias, pero las proyecciones han sido creadas a propósito según los sentimientos que quieren manifestar las canciones. La gente las reconoce, pero ve otra cosa a lo que suelen asociar las composiciones de las películas», comenta Colomina.

En el mismo sentido, el director valenciano apunta que «la canción principal de 'Gladiator' trata de la libertad y se asocia a lo que consigue el gladiador, sin embargo, en las proyecciones hay imágenes de movimientos sociales o personajes actuales que luchan o lucharon por la libertad, con lo que el público siente lo que le dice la música pero entiende que sirve también para expresar cosas que les rodean y que pasan hoy en día».

Animación en el público

Con todo esto, Colomina expresa que «no es un concierto al uso de canciones de películas. Es casi un musical, con animadores que están entre el público y entre todas estas cosas se crea un proyecto que no deja indiferente».

Entre otras curiosidades, el director confiesa que «llama la atención cómo la gente trata de reconocer las canciones menos conocidas cuando empiezan a sonar. Como no proyectamos escenas de las películas, que es algo que se ve más a menudo, nos encontramos con murmullos en las butacas. Sabemos que lo que hacemos provoca eso, así que en el escenario estamos tranquilos y sabemos que forma parte del disfrute de los asistentes ese momento de jugar a la adivinación».