De Guindos confirma que Rajoy abordará tras las elecciones la reforma de la financiación

El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ratificó ayer el anunció que ya le trasladó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al jefe del Gobierno valenciano, Ximo Puig, en la recepción de la Moncloa del pasado lunes: que después de las próximas elecciones generales el Gobierno de España estudiará un nuevo sistema de financiación autonómica para la Comunitat Valenciana en caso de revalidar la mayoría en las urnas.

«Cuando el PP llegó al Gobierno en 2011 solo se podía repartir la miseria a las comunidades autónomas, mientras que ahora mismo la situación ha cambiado, por lo que el presidente Rajoy ha dicho que estamos abiertos a hablar de un nuevo sistema de financiación», afirmó el ministro, acompañado ayer, en un acto de precampaña, por el secretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado; la secretaria general del PP-CV, Isabel Bonig; y el secretario provincial José Císcar.

De Guindos fue un poco más allá, al aludir a las estrecheces financieras que sufre la Comunitat Valenciana (que esta misma semana ha dado la voz de alarma para recibir este mismo mes de noviembre los 1.380 millones de euros del FLA pendientes desde mayo, sin cuyo dinero habrá impagos generalizados a proveedores en breves semanas). El ministro aseguró que «yo creo que el próximo Gobierno popular atenderá las necesidades de la Comunitat Valenciana y del resto de comunidades autónomas españolas».

También en clave autonómica y a preguntas de los asistentes (entre los que se hallaban en primera fila los presidentes de las principales organizaciones empresariales y patronales, salvo el de Coepa, Moisés Jiménez) el ministro agregó que la Comunitat Valenciana ha recibido 30.000 millones de euros de financiación del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) «en un momento muy difícil y complicado» y subrayó que el FLA, cuyo coste en intereses bancarios «es cero», ha supuesto «ahorros de 11.000 millones de euros» en intereses.

Otra de las cuestiones que preocupaban a los asistentes (en una sala totalmente abarrotada del Hotel Melià de Alicante) era la escasez de recursos hídricos. Una persona preguntó al secretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado (quien no ocultó su vinculación familiar con la provincia al estar casado con una ilicitana), que si peligraba el trasvase Tajo-Segura tras las última actuaciones y manifestaciones del presidente de Castilla-La Mancha. En este punto, Casado (que hizo gala de una portentosa oratoria en su exposición política y económica) aseguró que en una reunión del próximo martes en la sede del PP de la calle Génova en Madrid, a la que asistirá la baronesa valenciana, Isabel Bonig, para ir perfilando el programa de las próximas elecciones generales «lo hablaremos».

No satisfecho con la respuesta, el presidente de Jóvenes Agricultores-Asaja, Eladio Aniorte, gran defensor del trasvase Tajo-Segura y, en general, de agua suficiente para el sector primario, terció ante el moderador (que era José Císcar y que iba a trasladar otra de las preguntas escritas de la audiencia) para insistir en qué proponía el PP para este trasvase. Casado miró al ministro Guindos y a Bonig e insistió en que se verá el martes en la sede de Génova, una respuesta que contrasta con la contundencia, ayer en una entrevista ofrecida en este mismo diario, de la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, la cual asegura, textualmente, que «el Tajo-Segura es estratégico e imprescindible para el Levante» y que «romper los acuerdos alcanzados sobre el agua sería una enorme irresponsabilidad».

En clave nacional, el ministro de Economía y Competitividad, además, sostuvo que el año que viene «puede ser mejor que este» desde el punto de vista económico y del empleo (habló de llegar en la próxima legislatura a 20 millones de afiliados), si de las elecciones del 20 de diciembre «surge la estabilidad» que supondría mantener las políticas económicas implementadas a lo largo de esta legislatura y porque aseguraría «la no reversión de las reformas».

Una de las claves será, en término macroeconómicos, que la prima de riesgo, que ahora está en 120 puntos básicos, en 2016 «se puede ir perfectamente a los 50-60 puntos básicos» de mantenerse las evolución actual y vaticinó que la inversión extranjera «puede fluir a una velocidad insospechada». Entre los presidentes de asociaciones patronales y empresariales se hallaban en primera fila José Enrique Garrigós, Francisco Gómez, Guillermo Moreno, Perfecto Palacio, Antonio Sáez, Ramón Jerez y Toni Mayor.