Salud Pública alerta de un exceso de casos de VIH que desconocen su vía de contagio

El avance en los tratamientos contra el VIH está tropezando con un asunto preocupante: la detección precoz que permite mejorar el pronóstico de las terapias que recibe el paciente y que, además, evita que el virus se pueda transmitir. Cuanto antes conozca el afectado su estado de salud antes podrá tomar medidas para evitar el contagio.

Pero el diagnóstico tardío que se está registrando y el riesgo de transmisión no es la única problemática en la lucha contra la infección. La dirección general de Salud Pública, dependiente de la Conselleria de Sanidad, también alerta de que la proporción de pacientes que desconocen cómo se contagiaron es «excesivamente» alta.

Así lo pone de manifiesto en el primer informe publicado sobre la situación del VIH en la Comunitat Valenciana (hasta ahora los análisis se centraban en el sida, es decir, en la fase avanzada de la infección) y que permite conocer el volumen de nuevos casos y el perfil de los pacientes.

Actualmente, la infección por VIH se transmite mayoritariamente por vía sexual. Las relaciones sexuales no protegidas son el mecanismo de contagio más frecuente. Durante el pasado año se diagnosticaron en la Comunitat 350 afectados. La tasa global de nuevos diagnósticos en la autonomía en 2014 fue ligeramente inferior a la registrada en España pero en 2013.

Casi el 19% de los afectados fue por relaciones heterosexuales y otro 38%, homo/bisexual. El contagio por ser usuarios de drogas es ya residual (2,6). Sin embargo, en un 40,6% de los casos, la vía de la infección señalada fue «otros o desconocido». Un resultado que ha puesto en alerta a Salud Pública, que dice en sus conclusiones que «la proporción de casos en los que se desconoce el mecanismo de transmisión es excesivamente elevado». Como recomendaciones señala la necesidad de «mejorar» las actuaciones preventivas, especialmente en las personas vulnerables, así como fomentar la información sobre los factores de riesgo de contagio.

Sobre el perfil medio o el rostro del VIH es un varón entre 25 y 35 años. Los diagnósticos en población extranjera suponen la tercera parte de los notificados, destacando por procedencia Latinoamérica. Por sexo, la tasa más alta en los hombres se registra en el grupo de 25 a 29 años y predomina la transmisión homo/bisexual, mientras en las mujeres es un colectivo un poco más mayor, entre los 30 a 34 años, y por relaciones heterosexuales. En ambos casos hay un «alto porcentaje», según insisten en el informe, de «mecanismo de transmisión desconocido» (supera el 40%).

La proporción de diagnóstico tardío fue del 49,2%, siendo mayor en mujeres (57,1% frente al 47,5%). Si se tiene en cuenta el sexo y la vía de contagio varía y es más elevado en hombres heterosexuales (65,5%), seguido por la transmisión también heterosexual en mujeres (58,6%). Baja entre las relaciones homosexuales (42,9%).

Ahora bien, por edades, aunque el retraso en conocer el diagnóstico aumenta con la edad (77,8% en los mayores de 55 años) es significativo que en el grupo de 20 a 24 años esta situación se da en casi un 30% de los nuevos afectados.

La relajación de la sociedad y la pérdida del miedo al sida al convertirse en una enfermedad crónica por la mejora en los tratamientos pueden estar detrás de estos resultados. Los especialistas médicos llevan tiempo advirtiendo de las consecuencias de este demora en hacerse las pruebas.